El derbi disputado este domingo en el Reale Arena supuso la última ocasión en que su Donostia natal pudo ver en la convocatoria a Aritz Aduriz. Pero poco más, ya que ni fue titular ni tampoco uno de los tres cambios efectuados por Gaizka Garitano en el choque perdido por 2-1.
El delantero del Athletic Club nunca ha jugado en el conjunto guipuzcoano y siempre ha sido un acérrimo defensor de la filosofía rojiblanca. Eso no quita que pese que a algunos le tuvieran -y tengan- puesta la proa no sea un nativo del barrio del Antiguo y, sin duda, uno de los mejores futbolistas que ha dado en toda la historia la Bella Easo. Sus cifras, sus logros y su carisma están fuera de toda duda en el panorama del fútbol europeo.
La de Anoeta es una muesca más que va dejando atrás el ‘Zorro’, que colgará las botas al final de la presente temporada. Y no quiere irse sin más que un manteo en San Mamés. Es demasiado competitivo. Como comentaba Iñaki Williams, con su sorna habitual, tras eliminar al FC Barcelona “queremos que el abuelito se dé un último paseo feliz en la gabarra".
El ‘9’ desvelaba en las ondas que en el vestuario rojiblanco Aduriz les había pedido a modo de arenga esto: “chavales, por favor, tenemos que llegar a la final, que este año me retiro“. Es casi una misión. Una conjura de la cuadrilla. "Tenemos que poner toda la carne en el asador", apostilló 'Willy'.
19 partidos de Aduriz ante la Real. 6 ganados, 6 empatados y 7 perdidos con 6 goles anotados, incluido un doblete en 2006 en Anoeta
Está claro que la meta del atacante guipuzcoano está fijada en el título de la Copa del rey. El Granada CF y el Mirandés o precisamente la Real Sociedad esperan en el camino. Sería un broche magnífico a su gran y longeva carrera deportiva que le ha llevado a ser elogiado por todos los observadores de este deporte. A sus 39 años Aduriz quiere ser el capitán de la gabarra que surque las aguas de la ría del Nervion 36 años después.