Apocalíptica crueldad

"Para un equipo que lleva tiempo sin ganar, perder en el último minuto es muy cruel"... "Nos hemos ido sin nada en la última jugada"... "El equipo está fuerte de cabeza, está alegre. Recibimos menos de lo que merecemos"... Entrenador y jugadores como si apelando a la malvada Fortuna que le estuviera pagando con moneda falsa a un equipo 'de ley' como es el Athletic Club...

Gaizka Garitano, entrenador de los leones, está recibiendo, diríase, de la misma medicina que se le prescribía a Eduardo Berizzo para que su proyecto 'Bielsista' no llegara a buen puerto. Fue apostar por el 'hijo de Ondarru' la directiva de Josu Urrutia y empezar a cargarse de material el granero de San Mames.

Tras ese intento fallido de reeditar el "a lo loco se vive mejor" que llegó a cantarse en Europa entera, Garitano, así como en su día Javier Clemente y José Manuel Esnal 'Mané', tuvo el valor de aceptar con 'un par' ese o todo o nada que en Bilbao se le atribuye a la celebración con champán de Gainza por permanecer en Primera División una temporada más...

O cargar, cuál títere de un mito, con la legendaria leyenda de ser el técnico con el cual "ese caso único en el mundo" descendió al infierno de la Segunda División por primera vez en su centenaria historia.

Cuando la temporada pasada se le cedió el banquillo de la Catedral, "Estos son mis principios", confesó a la prensa: "Llegar muchas veces a las inmediaciones del área, centrar con acierto en la mayoría de ellas... y rematar con malicia a fin de marcar más goles que el rival al que nos enfrentemos". Dicho y hecho.

Desde aquella victoria agónica ante el Girona de un Iraizoz colosal que solo concedió desde el punto de penalti y con el tiempo casi cumplido [¡bendita crueldad! ¿verdad, Gaizka Garitano?]... los rojiblancos empezaron a sumar cual niños recogiendo por el suelo las monedas de un bautizo.

Era tal su maestría a la hora de ascender por la tabla clasificatoria, que Uribe-Echevarría [delfín talludito de Josu Urrutia] y Aitor Elizegi, candidatos que pugnaban por el sillón de Ibaigane, le empezaron a ceñir a coro el cetro de adiestrador de leones: predicaba y daba trigo Garitano con la ayuda de su inseparable Patxi Ferreira.

De aquel sistema 1-4-2-3-1 inicial, a este 1-5-3-2 o como se llame este tren espantoso que chirría camino de la catástrofe causando terror en una afición que, lejos de tragar las ruedas de molino apocalípticamente crueles que se repartían en sala de prensa de Mendizorrotza, hace cuentas con el dedo gordo desde el meñique hasta el índice resultándole las tres victorias y un empate que dice el sabio Manolo que se precisan para la salvación.

Al inicio todo era fulgor con el aquel galáctico 'bacalao' que Aduriz le encajó al teutón Ter Stegen. Vacas gordas que le alzaron al equipo al liderato. La mesura, después. Hasta que, tras tres victorias consecutivas, Joaquín nos hizo un hat trick con el pretexto de colgar un YouTube para que se descojonaran sus seguidor@s.

Cinco empates consecutivos. Otras tantas derrotas. Unos y otras asumidas como peaje de la Copa. El Getafe CF se paseó en San Mamés. La Real Sociedad se llevó lo que considera suyo. CA Osasuna nos esclavizo. Y el Deportivo Alavés, este del 23-F, nos dio un golpe de Estadio condenándonos a galeras a remar.

Se habla de Gabarra

Mientras, el Athletic se ha convertido en un bote varado junto al puente de San Antón. Se habla de Mateu Lahoz, mientras el equipo se arrastra como si el once que salta al campo fuera la selección de veteranos. De tener las ideas muy claras, a sumirse en una neblina confusa que impide ver quién es quién y qué demonios persigue Garitano desde que renunció a ser el mismo y huir de seguido hacia adelante. Huir. Hacia adelante. Si la tierra fuera plana, el Athletic, alcanzado el máximo, se precipitaría hacia el abismo sin dejar de caer, caer, caer, y nunca tocar fondo.

Qué se persigue con un sistema de cinco...

En todo caso, un recurso que Garitano ha convertido en una costumbre que ha creado hábito. Así saltó a verse la cara con el 'Glorioso'. Rulo marcó de lujo con su zurda de pescar bacalaos. Pero el equipo, su juego, no iba, como no van las cosas que no tienen mucho sentido. Tres centrales: ¡más madera, esto es la guerra!.. .Los dos laterales más 'fichados' que el Lute en sus días de gloria. Dani García, Vesga; Rulo, Muniain; Williams... Como piezas en un rompecabezas que no consigo encajar. Asimetría. Disloque. Desconocimiento de funciones. Y hasta una metedura de pata de Yeray que le cuesta el penalti y un gol al Athletic.

Ante un Alavés lamentable, el Athletic expuso sus miserias. Mientras se demacraba, uno le preguntaba al viento por Iturraspe, Rico y Susaeta. Sin extremos no hay paraíso. Con Muniain a 60 metros de la portería rival, el de la Txantrea se convierte en muñeco que los rivales voltean. Dani García, Vesga, Muniain, Rulo y Wiliams: "Hombres y Viceversa"...

El partido era zafio, ruin, miserable. De esos que uno firma el empate porque la victoria es más quimérica que el Minotauro en su Laberinto. Era ya el tiempo de prolongación cuando Mikel Vesga cometió una falta estúpida no muy lejos del área... ¿Qué has hecho, Mikel?... ¿Por qué tentar a Fortuna si la suerte estaba ya echada?

Gol

Tenía para mí que él Alavés nos iba a arrebatar los dos puntos del empate. El balón, a la espalda de la defensa. Un balón destinado a que Unai Núñez prevaricara. Segundo palo. El no va. Pero sí, el defensa en el que tenía fijada su marca. Gol. El Alavés, un Alavés deplorable sin una pizca de fútbol que regalarle a 'Mendi', se había llevado el partido. Piensen ustedes, pues, en lo que Gaizka y los suyos ofrecieron pensando en su gente.

"Es muy cruel perder así", se lamenta el entrenador del Athletic. Y yo les digo que no hay mayor crueldad verbal que la de castigar el oído del Athleticzale con martillazos de "fuerte de cabeza, y "alegría... "Recibimos menos de lo que merecemos"... Sí. Será eso. Pero recuerda que los merecimientos no dan puntos. Se trata de ganar. Y más nos viene espabilar antes de que la distancia con respecto al descenso se acorte hasta el miedo y los nervios se apoderen de nosotros.