Como no podía ser menos el agónico pase del Athletic Club a la final de la Copa del Rey desataba la locura en la calle Pozas y en otros lugares de Bilbao. Pese a perder ante el Granada CF en una noche de tensión extrema las ganas de festejar una nueva final para los leones estaban por encima de todo. De forma espontánea la gente se echaba a la calle para sumarse a las personas que habían seguido el partido ante los nazaríes en los bares.
Por ejemplo de la calle Pozas, pegada al campo de San Mamés, que desbordaba de alegría una vez que Del Cerro Grande pitaba el final del partido. Se había sufrido tanto que los corazones necesitaban soltarse y expresar la angustia contenida y liberada con el gol de Yuri Berchiche.