Ahora que en 2020 este el Athletic Club de Bilbao va a disputar una nueva final de la Copa del Rey, es buen momento para recordar que, pese a su irregularidad deportiva, este sentimiento sigue siendo capaz de atrapar el corazón de su fiel afición con partidos memorables. Y para memorable, la noche que se vivió hace, hoy exactamente hace ocho años, en Old Trafford. Para muchos parece que fue ayer mismo.
El estadio del Manchester United fue el 8 de marzo de 2012 un auténtico Teatro de los Sueños para el Athletic. La exhibición que ofreció el conjunto rojiblanco en la ida de los octavos de final de la UEFA Europa League quedará en la retina de los jugadores que protagonizaron aquel encuentro. Y, tal vez incluso más, en la de los más de 8.000 aficionados rojiblancos que formaron parte de la mayor movilización de un equipo visitante en una competición europea. A excepción de las finales, claro.
Old Trafford se rindió a los de Marcelo Bielsa, que asombraron a propios y extraños con una exhibición de juego ante uno de los más grandes conjuntos de Europa.
Wayne Ronney abría el marcador para los de Sir Alex Ferguson en el minuto 22, y Fernando Llorente igualaba el partido a un minuto para el descanso. Pero aún quedaba lo mejor. En la segunda mitad el Athletic dio un auténtico repaso táctico al United.
De Marcos lograba el 1-2 en el minuto 72 y con el gol de Iker Muniain en el 89 se desataba la locura. Wayne Rooney acortaba distancias desde el punto de penalti en el minuto 92, pero las gradas, teñidas de rojiblanco eran una fiesta que hoy, ocho después, produce un dulce escalofrío volver a revivir.
Aquel 8 de marzo de 2012 el Athletic escribió una de las páginas más gloriosas y recordadas de su historia. Poder mejorarla pasa por sacar en 2020 la gabarra si se derrota en la final de La Cartuja a la Real Sociedad el 18 de abril. Hay que ir por ello.