Aritz Aduriz no solo nos enseñó matemática aplicada cuando mas lo necesitábamos los devotos alumnos de La Catedral, sino que dio un nuevo giro a la ley de gravitación universal de Newton, demostrándonos que cada partícula de su cuerpo no era atraída con la misma fuerza proporcional. Él es capaz de levitar un segundo mas para alcanzar en una especie de cámara lenta ese balón que acabaría en la red. Literalmente volaba y no te cansabas nunca de verle suspendido en el aire.
No te has despedido aun y ya te echamos de menos, sería capaz de buscar la fuente de la juventud eterna con mas entrega que Ponce de León, buen apellido, para renovarte de aquí a la eternidad. Los goles de Aduriz han tenido facturas tan bellas y el catalogo es tan amplio y variopinto que es una misión imposible elegir los mejores tantos del donostiarra.
Los marcó de todo el Pantone rojiblanco, para todos los gustos, de vaselinas delicadas al RCD Espanyol y la Real Sociedad, a bote pronto a la SD Eibar, de cabeza-todos preciosos- me quedaría con el que marcó al Real Madrid en la 2014-15. Iker Casillas todavía mira la escuadra, al igual que el portero del Granada CF que recibió un disparo de mortero desde 25 metros el mismo año cuyo sonido emuló a una txalaparta.
Nos deja un futbolista, entregado, profesional hasta la ultima coma y con un corazón rojiblanco que le pide que baje las pulsaciones cerca de la cuarentena.
Le dará verdadera pena no poder despedirse contra la Real en una copa que ha generado una ilusión adicional, teniendo tan cerca el poder conseguir un titulo en directo que solo le ha sido denegado por la pandemia. Lo digo así porque si ganamos esa copa será tan suya como del que mas. Se despide el hombre gol y es una lastima, aunque su recuerdo será siempre un motivo de alegría.
Dije que era imposible, pero me voy a marcar una franquicia destacando los goles que mas me han ilusionado: estos fueron los tres que marcó en la Supercopa sumados al misil de San José para derrotar al Barça en San Mamés; un penalti sin carrerilla al Real Valladolid que nos dejó boquiabiertos, y precisamente su ultima diana contra los culés en el primer partido de esta temporada con una tijera de corte chileno en el ultimo minuto que sirvió de chupinazo para las fiestas de Bilbao.