Aduriz deja el fútbol profesional por culpa de una lesión en la cadera sin poder despedirse sobre el campo. El mejor futbolista que se ha visto de rojiblanco en Bilbao en los últimos diez años lo deja. Mejor dicho, su maltrecha cadera le obliga a dejarlo. La trayectoria de Aritz Aduriz en el Athletic Club es curiosa; se divide en tres etapas, yendo de menor a mayor importancia su rol en el equipo.
Tras debutar en septiembre de 2002 frente al Amurrio en Copa del Rey se marchó en busca de minutos y se hinchó a meter goles en el Burgos y el Real Valladolid. Regresó a Bilbao para echar una mano en el bienio negro, pero en 2008 con la aparición de Fernando Llorente se vio a Aduriz como un tapón para el joven riojano y volvió a salir, esta vez rumbo al RCD Mallorca dónde se convirtió en ídolo.
Su buen hacer le valió para firmar por un grande como el Valencia CF donde jugó la Champions League. Regresaría en la última campaña de Marcelo Bielsa en el banquillo de San Mamés para convertirse en el goleador del equipo, sentando a un Llorente con pie y medio fuera del club.
Las cifras entre 2012 y 2018 -período en el que fue indiscutible- son de primerísimo nivel: 142 dianas en 273 partidos, una media de 0,52 tantos por encuentro. A destacar los números de su mejor temporada, la 2015-16: 36 goles en 55 choques.
Ganador de la Supercopa de 2015, pieza importante en la Eurocopa de 2016 con la selección, el repóker ante en Genk en San Mamés o el gol de chilena este curso ante el Barça. La pareja que formaban Aduriz y Raúl García en sus mejores días en Bilbao transmitía una seguridad granítica.
El fútbol característico del Athletic les iba que ni pintado y con ambos en el campo parecía que pocas cosas malas le podían pasar a los rojiblancos. Capaces de serenar a todo San Mamés, siempre quedará esa sensación de firmeza y oficio que llenaba de confianza a la afición bilbaína cuando el 20 y el 22 coincidían sobre el verde.
Parecía que iba a renovar otra campaña más para disputar la final de Copa ante la Real Sociedad... no va a ser posible pero sin duda levantar este título es el mejor homenaje que se le puede hacer a Aritz Aduriz.