El Athletic de Garitano repite viejas 'fechorías'

Sin una afición que lo detenga, juzgue y condene, el 'Athletic Club de Garitano' va por esos campos de Dios perpetrando fechorías. San Mamés, sabio donde los haya. La Catedral, justa a la hora de impartir justicia. Sucede que el estadio donde se recrean los leones está vacío. A puerta cerrada se juegan los partidos desde que LaLiga Santander regresó tras el duro confinamiento.

Si el Club 'since 1898' es "caso único en el mundo", lo es por obra y gracia de esa afición que enloquece cada vez que su equipo se pone en marcha. Que sufre a domicilio y lleva en volandas a la suyos cuando pisan verde bilbaíno. Granada CF versus Athletic: tocaba sufrir en Los Cármenes; sufrir a fin de saber si a la tercera sería la vencida.

Al "lugar del crimen" relata mi compañero Asís Martín que "los de Gaizka Garitano" retornaban. Al 'crimen' del pasado 19 de julio se refiere. Cuando los leones se llevaron una buena tunda a base de cuatro goles y otro tanto de 'flamenco'.

Era la venganza en plato frío que el gallego Diego Martínez le tenía reservada a su colega vasco, del Txorieherri, Derio para más señas. Cementerio de Bilbao. Allá donde nace y muere a cada instante un tal Iñigo Vicente Elorduy. Uno de los 'chicos de Garitano'. "Viene de ser suplente en el Mirandés, equipo de Segunda". Toda una declaración de intenciones.

Nos remontamos al 5 de marzo para saber lo que es el sonrojo y, sin embargo, meterse en la final de La Cartuja. El milagro que supuso el zurdazo cruzado de Yuri cuando el sueño se extinguía. Diego Martínez se quedó helado.

Había pasado por encima de su oponente y sin embargo... Tuvo que esperar hasta el 19 de julio. La 'liga exprés'. Granada CF necesitaba los tres puntos para meterse en Europa por primera vez en su historia. Ganó. No era preciso hacer sangre, pero lo hizo. Un torniquete por jugador. Y uno de elefante para el máximo responsable del desaguisado.

Ajustadas las cuentas se medían en el partido de las 18:30 estos dos 'viejos enemigos'. Eso parecía. Hasta el punto de que al Granada la calma parecía invadirle de inicio, durante, y casi hasta el final de la primera parte. Un 'plácido Athletic' dominaba la contienda sin necesidad de aspavientos. Cómodo. Salvo la puesta en escena de Jon Morcillo, el 'Athletic de Garitano' gastaba de lo suyo. Viciado en lo años y amanerado en las formas.

Con tan poco como eso le daba para oficiar de recolector de naranjas en los jardines de la Alhambra. Se trataba de dañar, empero. Complicada labor la de golear cuando uno no dispone de arietes y verdugos. Cuando aquello de la "falta de pericia", que denunciaba Marcelo Bielsa, se ha terminado convirtiendo en un mantra que castiga de trueno a los leones así que cambien de nombre el entrenador y los jugadores.

Sin gol no había habido paraíso para los leones en el primer acto. Un Athletic muy superior permitió que el Granada se fuera a la caseta con el 'punto de la Federación'. Un Granada famélico. Así en la creación de juego como en el despliegue físico.

Equipo de jugadores agigantados parecía cuando cayó en liga en San Mames, apeado de la final y merecedor de entrar en Europa en su feudo de Los Cármenes. En este mismo estadio en el que un comienzo esperpentico del segundo acto habría de poner las cosas en su sitio. Las de la Copa, a pesar de caer eliminados. Las de la liga y aquella vergonzosa derrota [4-0] fraguada entre un propietario jugando al tran tran, y un visitante en todos los aspectos del fútbol demacrado.

Un saque de banda. Un centro a pierna cambiada. Disputa aérea desigual. Dos delanteros. Un central. Testarazo. Gol. El primero de la liga. El Granada, por delante. Como si nada. Las miserias de los leones. De este 'Athletic de Garitano'. Equipo de autor desde que el 'hijo de Ondarru' le tomara el relevo a Berizzo para rescatar al Athletic de la fogata en la que las llamas empezaban a quemarle los pantalones.

Lo logró Garitano. Alabado por ello.

"Se ha ganado la renovación". Le cantaban a coro mientras peleaba por meter a los suyos en Europa. Sostuvo al equipo el pasado curso hasta caer de mala manera en San Mamés a manos del 'Vasco Agirre'. Renovaciones a la carta que uno no comparte. Jamás estuvo tan barato sentarse en el banquillo de la Catedral. O que tan poca competencia hubiera. Ninguna...

El equipo se acomoda. Los futbolistas envejecen. Kodro y Villalibre, los dos 'nueves titulados', a la espera de que 'Rulo' se retire para poder oficiar de arietes. El Athletic y el gol están enfadados. Separación. Divorcio. Se pasean allá por el punto fatídico convertidos en 'pagafantas'. No hay manera. Y para colmo, Dani García, Vesga, De Marcos, en fin, ¡que más da el uno por el otro si la pelota se queda sin barrer!

Luis Milla, ladrón, en el nombre del padre fusila a Unai Simón con un serio zapatazo desde el borde del área. Visto y no visto. El fútbol es eterno en 'cinco minutos'. 49', 54'. Los Cármenes. Ahí tenemos, por tercera vez en lo que va de año, a 'los  de Diego Martínez' volteando los 'muñecos' del "Athletic de Garitano". 'Equipo de autor'. Qué mal pinta la cosa.

Los mismos leones con los mismos collares. Y cuando se trata de que las correas pasen de unos a otros, por aquello de rejuvenecer la camada, siempre le quedará a Gaizka Garitano la baza de "los chavales". Ya había tirado la casa por la ventana dándole a Jon Morcillo el derecho a debutar. Un 'joven estilista' en el 'Senado'. Sancet y Villalibre precedidos por Iñaki Williams y Unai López.

El 'bombazo' lo tenía reservado para el último tramo. Dani García, su 'extensión en el campo', el 'agujero negro del Athletic' [por aquello de comerse todo el fútbol que llega a sus botas], "¿cómo quieres que te quite si por ti daría la vida?"... "Pues, sí, anda, sal y deja hueco para que pueda entrar Vencedor". Y Unai Vencedor ocupó 'los grandes espacios' del 'stopper' de Zumarraga.

Sustitución polémica. Con la derrota asumida. Con el sonrojo bien ganado. Con una sensación de impotencia que daba miedo y frío a partes desiguales porque la tristeza es la desilusión que podría desembocar en una depresión severa.

Con tanto daño como esto saltó Vencedor al campo de batalla de su Athletic derrotado. ¿Para qué? Mejor pregúntese ¿Por qué? ¿Para señalar a un Dani García y su partido de espanto? ¿O acaso para decirle al muchacho: "Unai, he ahí el puesto que te espera de ahora en adelante?"...

Tras el segundo y definitivo gol, el 'Granada de Diego Martínez' se dedicó a juguetear con los leones a sabiendas de que carecían de colmillos, garras, y, he ahí lo que en verdad cuenta, de la capacidad que se necesita para tomar con los pies el balón y darle el debido trato que para generar fútbol se necesita. Fútbol.

Qué es el fútbol. ¿Tú lo sabes? Te lo pregunto a ti, Gaizka Garitano. Y no es por fijación hacia tu figura y persona. Es por las redes. No las de las porterías. Que también: ¡balón del Athletic que las evita como si le dieran asco!

Es por las otras, esas acrónimas  que se escriben RRSS. ¡Redes Sociales! Echan humo tras la crónica de mi compañero Asís Martín en este DMQ Bizkaia. Tan sólo el primer partido de LaLiga... y la gente dice "que no es entrenador para el Athletic" dicen de ti. ¿Por qué, Gaizka Garitano? ¿Tú lo sabes?