En Bilbao ya metidos en harinas y ciscos varios con Aitor Elizegi y su Junta se ha puesto de moda últimamente criticar la medida de retrasar la final de Copa a disputar entre el Athletic Club y la Real Sociedad. Una cita correspondiente a la campaña anterior en la que ambos clubes y la RFEF primaron el posible acceso de su masa social a una final histórica entre vecinos en La Cartuja de Sevilla.
Pero el mantenimiento de la pandemia del coronavirus no ha dado tregua y no está claro casi nada en realidad a día de hoy. Tan solo que los de Gaizka Garitano perdieron una bala para poder ir a jugar en Europa e Ibaigane una posible ayuda extra a sus arcas en plena crisis.
El presidente de la Real, Jokin Aperribay, ha reiterado que aún no hay una fecha cerrada, además de recordar que hay un tiempo límite para su disputa. El tiempo sigue transcurriendo y la solución no termina de llegar. No es culpa de nadie. La situación derivada del coronavirus, con los campos de fútbol sin público, mantiene todo a la espera de una solución que satisfaga a todas las partes y que no ponga en riesgo la salud de los espectadores.
La intención es contar con público en la final de la Copa del Rey, aunque todo sigue en el aire
"No tenemos confirmada la fecha, el 4 de abril es la más certera, pero no está confirmada. Hay un límite para disputarla, la siguiente final, prevista para el 17-18 de abril", prosiguió el mandatario de Deba.
Sobre la asistencia, todo son dudas. "No lo sabemos. Decir eso no puedo, no tengo conocimiento para ello. Ojalá esté bien y podamos asistir todos. La final tiene una fecha límite para que pueda jugarse".
Uno de los aspectos, como recalcó Aperribay con sus palabras, fue que en ningún momento se planteó la posibilidad de cambiar de escenario la cita. "El que pone el campo es la RFEF. No ha llegado ese momento nunca de poder hablar de eso. Ni nos hemos preocupado de eso. Hay que pensar que jugamos dos equipos vascos, si no evolucionamos bien con la pandemia tenemos una responsabilidad de evitar aglomeraciones de personas".
Pésima gestión