Mucho se ha hablado de si Yeray Álvarez o Unai Núñez deben ser el escolta de Iñigo Martínez en el eje de la zaga del Athletic Club de Bilbao. Siempre se da por hecha la jerarquía del central de Ondarroa, fichado a golpe de talonario de la Real Sociedad, al que nadie discute que es uno de los grandes baluartes futbolísticos y anímicos del conjunto rojiblanco.
Es un hombre que se emplea fondo en todos los partidos marcando la pauta de un equipo que generalmente concede muy pocas ocasiones de gol. Pero esa intensidad suele llevar aparejada el poder ser amonestado habitualmente por los árbitros de LaLiga Santander.
En este caso la amarilla que vio ante el Sevilla FC en San Mamés por parte del colegiado madrileño Carlos Del Cerro Grande, supone que el futbolista rojiblanco se encuentra ya tan solo a una amonestación de cumplir el primer ciclo de tarjetas del campeonato.
Los leones sólo han disputado siete partidos, y es probable que más temprano que tarde los citados Yeray y Núñez tengan que formar pareja ante alguno de los próximos rivales de los bilbaínos. El de Barakaldo por cierto está con tres cartulinas al igual que Unai López.
"¿Yeray y Unai Núñez? Todos debemos aportar juegue quien juegue por y para el equipo. Entiendo que viene bien esa rivalidad entre nosotros, porque en resumen es buena para el Athletic como conjunto", valora Iñigo Martínez
Iñigo está cansado de perderse cada pretemporada por su problemas musculares. Lo que es casi ya una tradición veraniega. "Arrastro cada año las mismas molestias en la zona del glúteo. Año tras año. La solución podría ir tal vez por hacer las pretemporadas más específicas para mi, hacer otras cosas,... pero realmente debería de echar un vistazo al tema y estudiarlo bien", ha apuntado con preocupación.
Para el de Ondarroa "no es normal estar año tras año así y además no me viene nada bien. El empezar siempre al trantran no me gusta y a eso hay que darle la vuelta, estudiar bien el tema, agarrarlo bien porque no me gustaría perderme otra pretemporada", declaraba recientemente en Lezama.
Garitano no sabe explotar las virtudes que son muchas de sus jugadores