La margarita de Gaizka Garitano

"Ganó por la flor", dijeron... ¿Será esa margarita que sirve para el deshoje del Garitano sí, Garitano no?... Como de precio andan a la par uno siempre prefiere tener a su alrededor en la vida a gente positiva que negativa. Quien más quien menos todos tenemos bien cerca a ese tipo de cenizo que siempre tiene 'un problema para cada solución'. Si se le propone un plan siempre se queja de que hace frío, sino de que hace calor, o de que hay mucha gente, o de que está muy lejos… seguro que lo reconoces. O si no es que eres tú, como diría la Vecina Rubia. A veces no me negarán que dan ganas de cogerle por la pechera y decirle: “Joder, disfruta un poco de la vida o al menos déjanos disfrutar a los demás“. La victoria del sábado en San Mamés ante el Sevilla FC fue muy importante a nivel clasificatorio y anímico. No es de recibo aceptar que el Athletic Club acumule derrotas y pensar que eso pueda llevar a algo positivo o agradable para el común de los athleticzales. Bueno,... Probablemente sí para aquellos que dan por amortizado a Gaizka Garitano, y, no lo duden, hubieran preferido que los de Julen Lopetegui se hubieran llevado los tres puntos de Bilbao. Haberlos haylos y no son unos pocos…

Por supuesto cabe discutir la forma del triunfo, si influyó más o menos el bajonazo físico del Sevilla tras jugar en Europa, si hubo parte de fortuna, pero lo cierto es que el Athletic ganó uno de los mejores equipos del mundo. El único que recientemente le ha plantado cara de verdad al intocable Bayern de Múnich, en la final de la Supercopa de Budapest. En ese sentido aparte de palos también deberíamos romper una lanza en favor del técnico de Derio. Resulta que siempre se le critica por inmovilista, y justo el día que hace todo lo contrario -y encima le sale bien- también hay que crujirle. Gaizka Garitano hizo cambios de calado en el once, quitó a un Iker Muniain que no venía participando del juego partiendo desde la derecha, dio las bandas a los más atléticos Berenguer y Morcillo o el timón del equipo al talentoso novato Oier Zarraga.

Garitano mostraba muchas de las cosas que habitualmente se le han pedido...
Eso incluye que fue capaz de leer bien el partido, de hacer los cambios pronto y con acierto cuando el Sevilla arrollaba para acabar jugando en un rombo donde Muniain tuvo mucha incidencia. Para eso le quitó del medio a su némesis Raúl García. y se acabó remontando un duelo que olía a funeral justo antes del Día de Difuntos. Genial. Eso no quiere decir ni que haya euforia ni que haya que sacar la gabarra, pero sí al menos reconocer las cosas. Y, sobre todo, poder disfrutar durante esta semana mientras el equipo prepara (desde el martes) en Lezama el compromiso del domingo en el José Zorrilla ante el Real Valladolid. De nada sirve la dinámica de ganar un día y perder al siguiente, por lo menos vamos a ver si se entra en una línea de media inglesa. El entrenador es el primero que sabe que en Pucela deberá, como mínimo puntuar, porque si no el tercer parón de LaLiga Santander puede resultar letal para él. La luz sigue en ámbar, la margarita en la mano.
