El discreto encanto de Mikel Vesga

"¿Te animas a hacer un 'breve' sobre Mikel Vesga; una 'reivindicación'?" ¡Cómo decirle que no a mi 'Redactor Jefe' en ElDesmarque Bizkaia! Cómo, además, no argumentar en favor de alguien en el que uno siempre ha creído. Cómo no reclamar o pedir, en fin, que de su prestigio no sea desposeído. Y si hubo ultraje verbal o en las redes sociales vertido, heme aquí para afear lo obsceno y entregarle al futbolista del Athletic Club su cetro, tan merecido. Para 'muestra' de comportamiento obsceno, el 'botón' de "basura" en una tarde en la que oficiaba junto a San José en la medular. Aniquilado: "No funciona; cero fútbol". Relegado a la nada: "Es un alma en pena".

Tras la última victoria frente al Real Betis [4-0], un prestigioso 'rotativo' titulaba: "Vencedor y Vesga, la pareja que cambió el fútbol del Athletic". ¿Será que de lo 'fétido' de la "basura" saca dulzura y colores el fútbol del Athletic? De poesía e ironía va este 'breve', esta reivindicación a la que me anima mi compañero Asís Martín.

Para el cronista, así cuando corría por el verde de La Florida como cuando se sienta en la tribuna y disfruta con lo que 'ad-mira', todo era y es intuición del gusto y despliegue de los sentimientos. Es por ello que, dada su afinidad con Mikel Vesga, le gustaría cerrar lo 'breve' reivindicativo con una reflexión de Saramago: "Si hay que buscar el sentido de la música, de la filosofía, de una rosa, es que no estamos entendiendo nada".

Sobre fútbol no se pronunció el Nobel de Azinhaga. A pesar de ser un arte que despierta las más bellas emociones. Artistas son, o deberían serlo, los jugadores. Artista es Mikel Vesga. Músico. 'Toca' el balón. Lo trata con mimo y delicadeza. 'Interpreta' el juego a su manera. Con sumo gusto. Discutido. Como no podría ser de otra manera.

Los genios generan controversia. Txetxu Rojo. Ese 'Orfebre de Gallarta' llamado Sarabia. Yeste. ¡Vesga! Bienvenido al 'Club de los discutidos... o injustamente tratados'

A Mikel Vesga Arruti [ Vitoria-Gasteiz. 2-Abril -1993] lo vi jugar por primera vez una tarde de sol en lo más verde de Lezama. 2014-2015.  Le había llegado a Ziganda procedente del Deportivo Alavés B. Llevaba ya un tiempo 'Cuco' forjando mediocentros en la factoría rojiblanca. A 'cascoporro'. Y como en troquel. Si bueno era uno, mejor lo era el siguiente. Creadores llamados a hacer cumplir la  promesa de un fútbol en el que los pelotazos estaba prohibidos.

Exaltación del juego combinatorio. ETB y aquel 'Athletic B'. Matrimonio de hecho y derecho bendecido por Juanan Larrañaga. Un 'realista' que 'leía' con pasión aquel 'realismo mágico' capaz de alcanzar el 'más allá' coincidiendo con la llegada y el estallido de una camada deliciosa. Arrizabalaga, Remiro, Yeray, Lekue, Sabin Merino, Iñaki Williams. Sí, lo que leen. Y en la 'zona noble', lo tremendo...

El criterio de Iker Undanarrena y lo 'imperial' de Vesga. Un 'emperador de izquierdas'.

Un futbolista descomunal [191 cms; 84 kgs] que se desplaza como sin correr. Sobrevuela el verde con alitas divinas de 'Mercurio' adheridas a sus tobillos. Dios mensajero, este zurdo, de los dictados de su técnico, un entrenador de fútbol al que le apodan 'Cuco'.

Cuco, sí, Ziganda, también, capaz de habitar el espíritu de Villalibre e insuflarle su instinto. Seis cursos balompédicos después, estas ensoñaciones de un cronista que disfruta yendo contracorriente habrían de cobrar vida. Con Yeray. Con Iñaki Williams. Con Asier Villalbre. ¡Con Mikel Vesga! Cuatro cachorros que pasaron por las manos de Ziganda. 'Cucada' canterana.

Vesga, tapando bocas. La boca de la "basura", la del "no funciona", la del "cero fútbol", la del "alma en pena". Y abriendo otras que como flor al viento exhalan: "Zurdo con gran visión de juego"; "criterio para hacer jugar a sus compañeros"; "ofrecerse a los centrales para sacar la pelota jugada"; "vislumbrar vías de pase". Hasta, ver para creer, vivir para contarlo, convertirse en la "brújula del esquema de Garitano". Entrecomillados. Sentencias que otras bocas claman para, así, completar, como es debido, el contenido que toda sería 'reivindicación' merece.

De "alma en pena" a, custodiado por un 'vencedor' Unai, convertirse en un 'zurdo mediocentro' capaz de "cambiar el fútbol del Athletic". Existía 'El lector de huesos'. Existía, también, aunque sin cobertura televisiva ni favor popular, 'El lector de espacios' en el centro del campo del Athletic. No es amante del 'cuerpo a cuerpo'. Evita el choque como el que teme una colisión. Del centro parte a repartir. Y al centro regresa para continuar acarreando balones.

Le gusta asociarse. Sobre todo en las distancias cortas. Con un guante envuelve su pierna zurda. Su toque delicioso y certero. Su "juego sencillo", dijo de él Marcelo Bielsa. Como la aguja de un compás que se clava en el 'centro de la Tierra'. Abrese el artilugio. Girando mientras pinta con el lapicero la circunferencia perfecta de su fútbol.