Athletic: la Supercopa de Arabia vira hacia Andalucía y La Cartuja

La cosa empieza a ser un secreto a voces. Los problemas de asistencia de público que genera la pandemia de la COVID-19 hacen que la Supercopa de España, competición a disputar teóricamente en el mes de enero en Arabia Saudí, cada vez pinte más que se va a disputar en Andalucía. El Athletic Club espera acontecimientos mientras las informaciones en ese sentido van cobrando fuerza. Este martes por la noche, el programa 'El Larguero’ de la Cadena SER anunciaba que Sevilla se postula como sede de esa Supercopa. En realidad la propuesta de la Junta de Andalucía es que se dispute una semifinal en Málaga, la otra en Córdoba y, finalmente, la final sería en el estadio de la Cartuja de Sevilla.

El mismo que debe acoger en el mes de Abril la final de la Copa del Rey pendiente por disputar entre los pupilos de Gaizka Garitano y la Real Sociedad de Imanol Alguacil, el actual líder de LaLiga Santander. Los donostiarras son uno de los posibles rivales de los bilbaínos en la final, junto al cruce en semifinales contra el FC Barcelona o el Real Madrid, en un sorteo dirigido.

Además han señalado que ese no a la baza de Arabia Saudí es posible que sea ya casi definitivo ya que la Junta de Andalucía lo ha pedido de manera formal, a través del secretario general de Deportes de la Junta de Andalucía, José María Arrabal (Ciudadanos), y la Federación (RFEF) en este momento está estudiando el asunto antes de tomar una decisión definitiva.

La Federación mantiene las fechas y el torneo se jugaría en Andalucía entre el 13 y el 17 de enero.

Los millones ocultos de la Supercopa

Según explica AS la Federación firmó un acuerdo con Arabia Saudí para celebrar en ese país de Oriente Medio tres ediciones de la Supercopa. La primera se disputó el pasado mes de enero, pero ahora los árabes han pedido el aplazamiento ante la incidencia de la COVID-19. El contrato firmado con Arabia Saudí supone unos ingresos de 120 millones de euros, la mitad de ellos a repartir entre los clubes participantes. Un acuerdo de confidencialidad impide revelar las cifras exactas que ingresarán los clubes y la Federación.