No me imaginaba que sería en Granada la última vez que viera en vivo al equipo. Sería sobre el minuto 75, ya en la segunda parte, en Los Cármenes cuando Sandra, una amiga que me acompañaba, me comentó… ”vámonos del campo, porque en San Mamés cada vez que me marcho marca el Athletic…”. Nos marchamos y el resto ya es historia, y nunca mejor dicho porque parece que ha pasado una eternidad desde ese día.
Confieso que echo mucho de menos la normalidad. Echo mucho en falta no poder acudir al campo, no correr entre semana para llegar al partido después de coger el bocadillo y la bufanda, no quedar cualquier día a comer para organizar un viaje a Valladolid a ver al equipo; puede parecer frívolo en estas circunstancias, pero a mí el Athletic me puede arreglar la peor semana (a veces también me la complica) y me ayuda y anima a seguir con el resto de cosas que componen la rutina; es un amor desinteresado y leal.
En estas circunstancias y acabando el año debemos ser conscientes de las dificultades, y asumir que en la mayoría de los casos insistir en las carencias no arregla los problemas. Deberíamos adaptarnos a una situación complicada para todos y no perder de vista el objetivo estratégico del Club en el terreno deportivo que pasa por liderar de la mejor manera una transición, que permita seguir compitiendo al equipo en un escenario que incluso pudiera parecer más benévolo, ante la falta de refuerzos y los fichajes del resto de equipos.
Tendemos siempre a elaborar relatos del pasado para referirnos a las buenas épocas del equipo,...
En ocasiones parece que nos hemos quedado anclados en los años 80 y que sólo nos movemos para reservar hoteles enteros y comprar miles de entradas para ir a las finales. Pero hoy más que nunca es necesaria una crónica actual y un debate sereno, en el momento y lugar que corresponda que dé respuesta a los problemas de hoy y a las generaciones venideras, teniendo por supuesto en cuenta la opinión de los actores presentes y cuantos agentes lo interesen.
...aunque hay que veces que lo pudiera parecer. También es quien organiza dos festivales anuales, el de Letras y Fútbol y el Thinking Football Film Festival, o también quien en el confinamiento, durante los meses de marzo, abril y mayo felicitaba a sus socios con llamadas de los jugadores y jugadoras. En este Club también pasa que cuando vas al campo con tus hijas, te preguntan... ”ama, ¿hoy a quien vamos a ver, a los chicos o a las chicas?”
Todas estas cosas pasan en este Club, que no es como los demás pero igual tampoco es tan diferente al resto; hay que seguir trabajando sin excusas para mantener la esencia, la exigencia e imagen de esta institución en tiempos de pandemia y en otros también.
Hazte socio de un equipo de jibuti tiene lo que tu quieres
Ni extranjeros ni asimilados ni oriundos, athletic herria sortu ziñelako harrobiaz harro athletic geuria. Si quieres extranjeros hazte de cualquier otro equipo del mundo por ejemplo de uno del Zaire
Vuelvo sobre mi sentimiento: habiendo sido un firme defensor de la filosofía del Athletic, creo que ha llegado el momento de modernizarse y tratar de ilusionar a las generaciones venideras porque, si no, el Athletic será un club de viejos ¡¡ Y vuelvo a repetir: la modernización pasa por darle una vuelta total a Lezama y contratar en base a curriculums y no teniendo en cuenta contactos, amiguismos y favores pendientes ... Y pasa también por ser un Club de cantera verdadera, es decir, sin trampas al solitario y sin robar en las canteras vecinas, y apoyando todo esto con el fichaje de dos/tres extranjeros que marquen diferencias.
El athletic fue es y será por su idosincracia, por sus valores su sentimiento, su historia, su sentido de pertenencia por el orgullo de los athletizales por ser del athletic de siempre de ser y seguir siendo únicos en el fútbol mundial, por que nuestra filosofía siga siendo nuestro carnet de identidad y nunca sea escrita sino que permanezca en el sentimiento zurigorri, por ser como somos siempre, athletic geuria, harrobiaz harro