Uno de los proyectos que catapultó a Aitor Elizegi a la presidencia del Athletic Club fue la grada de animación. En esta asamblea la Junta Directiva presentó una propuesta que los socios rechazaron por un estrecho margen: tan solo nueve votos, 339 síes y 348 noes.
En la rueda de prensa de valoración de la asamblea, Elizegi se mostró rotundo: "es un proyecto del club, no de nadie en particular", o como más tarde dijo: "un proyecto del Athletic, no con apellidos". Con esta afirmación pudo hacer referencia, posiblemente, a aquellos socios compromisarios que echaron atrás todas las propuestas solo porque las llevó a cabo la actual Junta Directiva. Un voto negativo con el único fin de castigar su gestión, sin pensar en el futuro del club.
"La grada de animación, como la residencia de Lezama o las escaleras mecánicas son proyectos que trascienden a nosotros. Ayer eché en falta intervenciones de socios que pusieran en valor la grada de animación unificada, pero está claro que nuestra forma de entenderlo tiene necesidades de corrección", añadió el presidente rojiblanco.
Pese al resultado adverso de las votaciones, Elizegi se mostró positivo y considera que "la grada de animación dio un paso al frente", porque "puso sobre la mesa a cada socio de la plataforma favorable a la grada de animación con los socios que creyeron en el proyecto". Los dos socios "van a convivir en el San Mamés del futuro", sentencia.
Preguntado por si los estatutos permiten que en la asamblea extraordinaria en la que se tengan que aprobar las cuentas y el presupuesto también haya la posibilidad de aprobar la grada de animación, Elizegi no tuvo reparos en admitir que lo desconocía. "Técnicamente, no sé si estoy en lo cierto, no creo que pueda volver a presentar un presupuesto más un proyecto extraordinario de la Junta", admitió.