Las aguas del Athletic Club bajan turbias. El ambiente no es el más propicio para recibir a la Real Sociedad en un derbi que se antoja vital para los intereses de los rojiblancos. Y una semana más, un nombre destaca por encima de los demás: Gaizka Garitano.
No cabe duda de que una de las razones por las que la Asamblea castigó la gestión de Aitor Elizegi tumbándole las cuentas y el presupuesto es también por el descontento que hay entre la masa social con la gestión deportiva. Y por esto, hay dos responsables: Rafa Alkorta y Gaizka Garitano.
Paradójicamente, el técnico de Derio se enfrenta a una nueva final ante la Real Sociedad. Precisamente, el rival al que se enfrentará en abril a la final de Copa del Rey, uno de los motivos por los que la dirección deportiva del club se animó a renovar su contrato.
Las sensaciones que ha transmitido el conjunto rojiblanco en los dos encuentros previos al parón navideño fueron mucho peores que los resultados obtenidos.
El pésimo juego desplegado ante un rival como la SD Huesca y la segunda parte ante el Villarreal CF, que acabó empatando con todo merecimiento, no solo no han alejado los rumores de destitución sobre Garitano, sino que todavía se han acrecentado un poco más. No obstante, no fueron pocas las voces que pidieron su destitución tras el partido ante el Huesca, y eso que había conseguido la victoria.
Podría parecer muy precipitado que una derrota ante la Real Sociedad en el derbi vasco supondría la destitución de Garitano. Más aún, porque la apuesta de la dirección deportiva del club con el técnico es decidida y el calendario aprieta en las próximas semanas.
Lo que es inevitable es que el clima de la masa social sería irrespirable después de una derrota en algo más que un partido.
Garitano Chao
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