San Mamés despide el 2020 mejor fuera que dentro

Ayy San Mamés, quién te ha visto y quien te ve... La disputa del primer derbi de la temporada ante la Real Sociedad no dejó nada satisfechos a los seguidores del Athletic Club. Pese a las visiones del técnico, Gaizka Garitano, y de algunos de sus jugadores de que el partido había sido muy igualado y que incluso en algunos momentos los bilbaínos habían sido superiores, lo cierto es que el duelo dio la sensación de que los visitantes ganaron como y cuando quisieron. Marcaron pronto su gol, defendieron de lujo a unos leones a los que regalaron la pelota, y no tuvieron ningún problema para incluso generar más ocasiones a la contra.

Una derrota, en este caso no tan dolorosa en Bilbao porque sea a manos del vecino, sino porque supone la octava en 16 jornadas de LaLiga Santander para el conjunto rojiblanco. Las plazas de abajo cada vez están más cerca. La verdad es que San Mamés, una vez más sin el corazón del público, no pudo cerrar peor sus puertas en ese aciago año 2020.

Y la cosa empieza a ser tendencia. Los datos machacan. Baste pensar que en las tres últimas citas disputadas por los Leones como locales en LaLiga, el Athletic tan solo ha acumulado tres disparos a puerta. Un bagaje como para horrorizar a cualquiera que sienta esos colores y que recuerda el vértigo que daba a los rivales venir a Bilbao.

Todo ello contrasta con la bonita iluminación que La Catedral dejó para echar el cierre al año. Entre esas luces y los relámpagos de algunos cohetes taparon por unos minutos la oscuridad que había dejado al mediodía el equipo de Garitano. Fue lo único bonito que los que pasaron por allí pudieron llevarse a los ojos.