El pitido final desató la locura entre los integrantes del Athletic Club. El cuadro vasco se proclamó campeón de la Supercopa de España, algo que no sucede todos los días. Algunos jugadores, como Muniain, no pudieron contener las lágrimas de alegría por la conquista y rompieron a llorar sobre el verde del Estadio de La Cartuja.
Hubo que sufrir, que trabajar lo indecible y que remar contracorriente para superar al todopoderoso Barcelona. Pero el Athletic lo consiguió. Nunca tira la toalla y eso se vio reflejado en el tanto de Villalibre cuando el partido agonizaba.
Uno de los grandes protagonistas de la noche fue Muniain que, además de cuajar un gran juego y de su derroche físico, asistió en los dos primeros goles de su equipo. El canterano encarna los valores de un Athletic que ha conquistado la tercera Supercopa de España de su historia.
Tras finalizar el encuentro, los jugadores del Athletic se fundieron en alegría. Saltos, abrazos y lágrimas, como las que derrochó Muniain junto a los suyos. El futbolista no pudo contener las lágrimas, que muestran el esfuerzo y el sentimiento por unos colores y unos escudos. Una alegría que se extiende a Bilbao y a muchos rincones de España y que va reflejada en la emoción de Muniain, encargado de recoger el trofeo como capitán del equipo.