Marcelino paga a plazos la factura del Camp Nou

Qué daño le está haciendo al equipo el hecho de que Marcelino fuera a Barcelona pensando en asaltar el Nou Camp 'en su nombre', y no en lo inmediatamente venidero. Juan Elejalde, 'eterno exdirectivo' y 'voz autorizada' en las 'tertulias de Onda Vasca', manifestó que a medirse al cuadro 'culé' "iría con los juveniles". Ruido de fondo. Ese que provocan las vestiduras al rasgarse. "¡Qué más me da perder por uno que por seis!".

Manos a la cabeza en tantas y tantas casas habitadas por gente en cuyas venas "hierve la sangre rojiblanca". Acuñó Joaquín Caparrós lo de este tipo de sangre tan peculiar. No sé si él también. El bueno de Caparrós, que sueña /con/ y teme /por/ una final de Copa entre los dos equipos que ama, de los cuales es socio.

Cuatro días después de la 'visita al dentista', los leones se jugaban el paso a cuartos en Heliópolis frente a un Real Betis nada que ver con aquel que salió 'apaleado' de San Mamés en 'tiempos de Garitano'. Tras el choque, habría de advertir Marcelino que "cuatro días es tiempo suficiente para recuperar a los jugadores". Tras el empate frente al Valencia, cuestionado por tiempos pasados y venideros, "doy prioridad a cada partido", sentenció el técnico del Athletic Club.

Marcelino García Toral, cuando este 2021 nacía, por delante un calendario bien cargado, "no quiero llegar a finales de febrero con la plantilla destrozada", confesaba. De este modo, a fin de que sus futbolistas no fueran cayendo víctimas del sobreesfuerzo o las lesiones malditas, "resultará habitual la alternancia de jugadores en el once", advirtió.

Marcelino buscaba una victoria de prestigio...

Un punto de referencia para "seguir creciendo". Auparse en LaLiga hasta "alcanzar plazas europeas". El Betis, a la vuelta de la esquina. Meterse en semifinales. A un solo partido y fuera de San Mamés. Sobre la ambición y la avaricia ya se habló. Ganarle al Fútbol Barcelona en su Coliseo veinte años después. Tumbar al Betis. Derrotar a 'su Valencia' en la Catedral.

'En misa y repicando'. 'La bota llena y la suegra borracha'. O, tal vez, más acorde con su afán de ganar y ganar partidos manteniendo a sus jugadores más frescos que una lechuga de Urioste, como si Dioniso le hubiera otorgado el poder de convertir en oro todo lo que tocara. Sobre mitos, dioses y reyes. Terreno tan fantástico como peligroso.

Con su 'once de oro' compareció en el Camp Nou. Con 'todo el equipo' se cayó. Y aún no habiendo sido derrotado, el tremendo esfuerzo que conlleva ese frenético ir y venir por los cuatro lados frente a jugadores de leyenda. Es lo que tiene ir a la consulta del dentista. Dolor, dinero, secuelas. Sucumbir y la resaca por la orgia, la bacanal, el desenfreno de 'los otros'. A santo de qué. Ese 'casamiento' no era el nuestro. Ni bautizo, comunión, confirmación, boda.

No es cosa buena meterse en la boca del lobo. Ni introducirse en el Laberinto los leones carentes de hilo atado en sus garras...

Una aventura con el final casi sabido. Marcelino, Midas, Rey. Leónidas asumiendo la muerte de sus trescientos valientes en el paso de las Termopilas. Jerjes lo sabía. Koeman, también. La historia estaba escrita.

A resultas de aquel esfuerzo sin tiempo. De aquel dejarse el alma a cambio de nada, Muniain resultó dañado en su musculatura. Iker Muniain. Un capitán que se lo tiene 'creído'. Cuatro días después, Lekue en lugar de Capa, Vesga, en el de Vencedor, Berenguer cubriendo la 'baja' de 'Muni', Williams, contemplando a Vllalibre desde la tribuna.

El duelo de Copa era la noche de ir con todos y en las mejores condiciones. Ya en la prolongación, el Athletic estaba noqueado. "Iñigo Martínez, 'Rulo' y la 'roca' de Simón". Tuvo su título aquel episodio en el que estábamos fuera. Un destello nos salvó. También, a Marcelino, al que las cuentas le cuadraban en la rueda de prensa. Un Athletic mermado físicamente no es nada.

Pletóricos de fuerzas, en cambio, los leones truecan en espartanos que alteran la historia al derrotar a Real Madrid y Barcelona en el 'Paso de la Cartuja'. Viendo una eliminatoria tan sufrida, uno cayó en la cuenta de que el 'Athletic de Marcelino' le estaba pagando al 'dentista del Camp Nou' el 'primer plazo' de su consulta. Caro. A medida que pasa el tiempo, entrar en tratos con el odontólogo deviene en facturas mareantes.

Al tercer día, el Valencia en la Catedral. Liga. Copa. Liga. "Este partido es la prioridad". Y para la disputa, es preciso que los leones estén como para irse de caza y volver a su guarida saciados.

Como sucedió en la 'operación' "Destruyamos al Getafe del soldado Bordalás. O sea, un Athletic resucitado. Renacido. Ese Athletic esperaba a partir de las 16:15. Simón: el desgaste no va con los porteros. Capa, de capa caída. Núñez, impreciso, dejando a Yeray en el banco. Iñigo Martínez, que no podrá poner en la cabeza de Rulo aquel balón tan goloso de la Copa.

Balenziaga, para que Yuri descanse. Dani García y Vencedor, ese 'dueto' que a Marcelino le entró de llegada por los ojos. Berenguer en el lugar de De Marcos. Jon Morcillo, como si de él se esperaran brutales carreras con centros de lujo. Williams, que regresa. Sancet, a su lado, ejerciendo de lo que no es, de Rulo, que descansa por tarjetas. ¿Y Villalibre? ¿Y Muniain? "Lesiones musculares a la espera de evolución".

El mejor Muniain, fuera de combate por meterlo Marcelino a pelear en una refriega que no iba con él. Villalibre: los búfalos también se agotan. La madre del cordero, ambos. Caídos porque a Marcelino se le metió entre ceja y ceja que a Barcelona, con todo, a por todo, o sea, vencer luego de dos décadas y hacerlo de manera contundente y majestuosa. Se perdió porque si el FC Barcelona no tiene el día bobo, te invita a regresar a Bilbao ¡con una cara de tonto!

Al cuarto día del 'dentista del Camp Nou', el 'Athletic casi paga con su propia vida el 'primer plazo' de aquella consulta. Al de siete días, entre "lesionados" y un "cansancio" extremo y generalizado, bajas y fatiga reconocidas por el 'domador' de los leones, el Athletic terminaría dando por justa y buena la igualada entre dos equipos 'planos'. El Valencia de lo suyo gasta. El Athletic, al sentir "el pecho ya muy cargado y deshecho", alejado de sí mismo, no hacía otra cosa que no fuera pagar, a puerta cerrada, el segundo plazo de la factura del 'dentista del Camp Nou'.

Post Scriptum: Ojalá que la factura esté saldada cuando el jueves nos venga a la Catedral un Levante exigiéndonos asuntos de una Copa que en buena ley cree suya.