El Athletic de Marcelino, como en un tango

Era como un partido de resaca. De cuando la borrasca Filomena pasó por Madrid y dejó un tendal de nieve y hielo. Entonces, el encuentro entre el Atlético de Madrid y el Athletic Club de Bilbao se disputó este miércoles 10 de marzo.
El Atlético necesitaba de una victoria para alejarse de sus propios fantasmas: el Real Madrid y, en menor medida, el FC Barcelona, que son quienes están animando la clasificación.

El Athletic podía confirmar su buen momento, tras la victoria ante el Granada CF en la última jornada de LaLiga Santander. Comenzó ganando el Athletic con gol de Iker Muniain. Empató el Atlético en el minuto 46, con Llorente, cuando el árbitro Gil Manzano había añadido sólo un minuto de juego. Y terminó marcando el 2-1 definitivo Luis Suárez, de penalti.

Fue un partido de menos a más para el Atlético; y de más a menos para el Athletic. Un singular viceversa.

El equipo de Simeone ponía lo habitual...

músculo, garra, presión. En cambio, el de Marcelino mostró otra cara a la acostumbrada: Muniain centralizando mucho el juego, (el chico es bueno, no se discute su talento, sólo que algunas veces peca por exceso), pases desacertados entre todos (y lo bien que anticipaban y presionaban los atléticos) y un Raúl García diluido, como cada vez que juega ante su ex equipo.

Faltaba música en el campo. Repasé de memoria la formación de Orsai, la banda made-in-Lezama: Dani García, Asier Villalibre, Óscar De Marcos, Íñigo Lekue y Mikel Vesga. Pena, no llegaron a coincidir juntos en el campo.

En el grupo de WhatsApp de la Peña Athletic Club de Bilbao de Euskal Etxea animábamos con panderetas y coros, pero no era suficiente. En el campo faltaba esa música. Creí que sonaría la trompeta de Villalibre o que sorprendiera un redoble de batería de Dani García. Pero no.

El rendimiento del Athletic era como el arranque del tango “Desencuentro”: “estás desorientado y no sabés que trole hay que tomar para seguir”. Faltó brújula y faltó música. No hubo remontada esta vez. Faltó la determinación del equipo de autor.

Sólo espero que haya sido sólo un partido y no un cambio de rumbo. Que los hechos futuros lo demuestren: que la transformación del Athletic aspira a sacar lo mejor de esta plantilla.