En el cuarto de hora maldito en que el FC Barcelona anotó los cuatro goles que decidirían el curso de la final de la Copa del Rey, los jugadores del Athletic Club iban cayendo en la desolación y la desesperación más absolutas. Sabiéndose vencidos, las reacciones de los leones desde la grada de La Cartuja eran muy difíciles de asimilar. En especial la de Iñaki Williams, que se tapaba la cara para que nadie le viera llorar de rabia e impotencia.
En el vídeo superior puedes ver las imágenes más destacadas de cómo se vivieron los goles de la final desde las gradas -banquillos- del estadio sevillano.