Malas noticias para el Athletic Club. Un club de la Premier League se ha interesado por los servicios de Marcelino García Toral tras destituir a su entrenador. Se trata, como no podía ser de otra forma, del Tottenham Hotspurs, que el pasado lunes despidió a Jose Mourinho.
Tal y como informa The Athletic, Marcelino se encuentra en la lista de candidatos para el banquillo del equipo londinense y ya habrían contactado con sus representantes para saber su situación y disponibilidad de cara a la próxima temporada. De momento, el exjugador Ryan Mason se encarga del banquillo de manera interina.
La intención de Daniel Levy sería encontrar un sustituto de bajo coste después de haber tenido que pagar cerca de 20 millones de euros por la rescisión del técnico portugués. Por su estilo de juego, la opción de Marcelino sería bastante continuista con el propuesto por Mourinho en sus dos años al frente del equipo londinense.
El técnico asturiano es uno más de los que se encuentran en una lista de candidatos que tiene Daniel Levy, responsable máximo de la parcela económica y deportiva del club y que además, querría incorporar también a un director deportivo. En las últimas temporadas, tanto Mauricio Pochettino como José Mourinho tenían responsabilidad en el aspecto deportivo en la tradición del clásico manager del fútbol inglés.
Otros de los candidatos que se encuentran en esta lista son el seleccionador belga Roberto Martínez, con pasado en Inglaterra con el Swansea City y el Wigan Athletic, Julian Nagelsmann, entrenador del RB Leipzig y uno de los técnicos más cotizados de Europa, y el exjugador Scott Parker, que ascendió al Fulham el pasado verano.
Teniendo en cuenta que uno de los condicionantes que el Tottenham se ha puesto es que sea a bajo coste, cabe recordar que Marcelino tiene contrato hasta 2022 y que tendrían que abonar su cláusula de rescisión al Athletic si desean hacerse con sus servicios.
Clemente guerrero entrenadores del pueblo herritik sortu ziñelako
Vete y paga la clausula, ganáis demasiado dinero para hacer el ridículo