La marcha de Joseba Etxeberria como entrenador del Bilbao Athletic, tras dos años al frente de los cachorros, abre la puerta a encontrar un sustituto de cara a la próxima campaña. El primer filial rojiblanco se quedó a las puertas de ascender a LaLiga SmartBank tras caer en la prórroga ante el Burgos CF, campeón de grupo que jugaba con la baza de que el empate le valía. Ahora el segundo equipo del Athletic Club necesita un nuevo conductor que retome el trabajo con las principales perlas de Lezama en busca de subir jugadores al primer equipo y de estrenar la nueva categoría, Primera RFEF.
Uno de los hombres que ya ha salido a la palestra ha sido el de Iñaki Tejada. Bilbaíno del barrio de Rekalde, de 55 años que trabajaba en el ahora recién ascendido RCD Espanyol y que ha coincidido a lo largo de su carrera con Marcelino García Toral en el Sporting de Gijón. Allí fue su segundo de a bordo, tanto en el filial como en el primer equipo.
Salido de la cantera del Iturrigorri de Bilbao, pasó luego por clubes como Sestao Sport, Lemoa, Marbella, Hospitalet, Gandía y Lugo, donde finalmente colgaba las botas este centrocampista. Se casó con una asturiana y en su tierra adoptiva obtuvo ese carnet de entrenador que le uniría con el Sporting.
Iñaki Tejada y Marcelino hasta coincidieron en el curso nacional de entrenadores al estar en la misma promoción
Esa es una baza que puede ayudarle, aparte de ser perfectamente conocido en el ámbito del fútbol vizcaíno y por los rectores de Lezama, pero quién sabe si penalizarle. Ya que Marcelino arrastra fama en el mundillo de ir cogiendo demasiada fuerza en alguno de los clubes anteriores de LaLiga Santander en los que ha estado dirigiendo a la primera plantilla.
Otra opción es seguir con el escalafón y que sea Patxi Salinas, actual entrenador del Basconia basauritarra, el segundo filial, el que dé el salto de categoría y coja a los cachorros. Pero habrá que esperar a ver si salen más nombres de candidatos y qué decisión toman finalmente Rafa Alkorta y Andoni Aiarza, ya que en principio no parece que haya necesidad de precipitarse con un puesto tan delicado.