Unai Simón no tiene vacaciones este verano. Tras caer en las semifinales de la Eurocopa ante la Italia de Roberto Mancini se va ahora a los Juegos Olímpicos de Tokio. El guardameta del Athletic Club lo sabe y lo acepta. Sabe que este puede ser el año diferencial en su carrera. De hecho, es que de eso se trata. Hace un gran sacrificio con idea de ser un portero mejor. Para siempre. Para su equipo y para la selección.
El quiz del asunto es que la avalancha de experiencias que está viviendo no caigan en saco roto. Que sean un verdadero refuerzo para él, y no un mero remache. Lo ideal es que, con la reserva y distancia personal que él quiera, aprenda a convivir con el protagonismo de ser un líder.
"Esas cosas nadie se las espera. Igual sueñas de vez en cuando viendo la televisión, poniéndote en el lugar de los futbolistas que veías desde pequeño. Pero jamás te planteas ser como ellos. Esto es una secuencia de sucesos y el momento llega", ha declarado. Es, por tanto, momento de cambiar el chip.
En cuestiones técnicas, como ese juego con los pies que a algunos les lleva casi al infarto, pero que en el Athletic no practica tanto. La toma de decisiones sin dudas. Y en el hecho de que se ha convertido ahora de cara al gran público en un 'parapenaltis'. Hasta tres detenidos en las dos tandas en las que ha participado en esta Euro. El último a Locatelli en Wembley.
Unai Simón debe digerir todo lo ocurrido, y lo por venir, para dar el salto a ser uno de los grandes porteros del mundo. Tiene abiertas de par en par las puertas de San Mamés y ahora también las de la titularidad en la selección.
En su trabajo y en su cabeza está instalarse en ese Olimpo en el que viven los Oblak, Ter Stegen, Courtois, Donnarumma, etc,… y que el debate de La Roja quede cerrado para una década. Seguro que cuando Luis Enrique le dijo en San Petersburgo aquello de “eres muy grande“ no iba solo por su tamaño físico y su capacidad para despistar a los lanzadores.
Debe creérselo.
Si ponemos en una balanza fallos y los aciertos, creo que los aciertos hacen que los fallos salgan disparados hacia la estratosfera. En resumen, en un tipo con los pies en el suelo, aunque a veces los tenga de adorno... Bravo Unai, lastima que Íñigo Martínez no fuera a la Eurocopa, porque seguro se hubiera salido. La lección que sacó es... Equipo, equipo y equipo. Esa es la clave.
Si ponemos en una balanza fallos y los aciertos, creo que los aciertos hacen que los fallos salgan disparados hacia la estratosfera. En resumen, en un tipo con los pies en el suelo, aunque a veces los tenga de adorno... Bravo Unai, lastima que Íñigo Martínez no fuera a la Eurocopa, porque seguro se hubiera salido. La lección que sacó es... Equipo, equipo y equipo. Esa es la clave.
Egun on, tal vez no debe creerselo, empiezo a fallar cuando fue a la seleccion espanola tal vez la humildad que tenia antes le hacia aprender y sobre todo concentrarse, alguien le puede decir a unai que cuando viene un balon se pone el pie horizontal y no vertical? Y concentration, saludos y animo unai