Llegó el temido megaparón para el Athletic Club. A la espera de que se haga oficial el aplazamiento del partido en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid, el conjunto rojiblanco va a entrenar este lunes a las 19.00 horas en Lezama en una semana atípica con todo el fin de semana libre por delante y lo que te rondaré, morena....
Ausentes los cinco internacionales el conjunto que dirige Marcelino García Toral llega al nuevo corte en una situación más que positiva. Es posible que algunos vean el vaso algo vacío, ya que se han fugado varios puntos que parecían casi bien agarrados con las manos (Wanda, Rayo Vallecano, Mestalla) y el juego de ataque no es todo lo preciosista que quisieran vislumbrar tanto en San Mamés como fuera.
Pero lo cierto es que el conjunto rojiblanco está a un punto de la zona de Champions League y a 4 del mismísimo liderato después de que hayan transcurrido 8 jornadas de LaLiga Santander.
Sin duda alguna dos de los cimientos que apuntalan el buen inicio de campaña del Athletic están en la fortísima pretemporada diseñada por Marcelino y su grupo técnico, y en el aporte de la sabia nueva de Lezama.
Un gran trabajo físico acompañado del diseño de uno calendario de amistosos de máximo nivel internacional han hecho que el equipo vizcaíno llegase en un gran momento de forma al inicio de una temporada. En la que no jugar Copa y Supercopa hasta el mes de enero les da otro plus.
Todo ello arroja un dato destacado: se ha dejado la portería a cero en cinco de los ocho duelos disputados
Un dato tremendo de solidez y que, de mantenerse, va a permitir pelear sí o sí por las plazas europeas. Eso sí, tampoco debe tapar la dificultad que existe para hacer goles, sobre todo a través de acciones de juego. El equipo está viviendo prácticamente de la estrategia y el balón parado.
Pero volvamos a las sonrisas... Otro ítem altamente positivo es ver como en muchos partidos se está acabando en el campo con un once en el que hay futbolistas como Unai Simón, Dani Vivian, Unai Vencedor, Nico Williams, Oihan Sancet, o hasta los Oier Zarraga y Nico Serrano.
La juventud y el relevo generacional ya están ahí, con la paciencia necesaria que hay que otorgarles para crecer con sus errores, como cometimos todos, pero llamando a la puerta con ganas y hambre para hacerla astillas.