La pandemia nos dejó sin muchas cosas; entre otras, de la posibilidad de reunirnos en torno del Athletic Club de Bilbao para disfrutar de un partido o aun de la presentación de un libro. Esto último que lo que nos congregó en el salón de actos de Euskal Etxea Madrid la tardecita del sábado 20 de noviembre de 2021: la presentación de Goiko 5: Corazón de León, la biografía de Andoni Goikoetxea escrita con el comentarista de ElDesmarque Bizkaia Carmelo Rodrigo.
El acto lo organizó la peña Tsanberi-ko Lehoinak, de la cual Goiko es socio de honor y contó con un público entusiasta. El libro ya había sido presentado en 2019, pero luego llegó el coronavirus y cualquier actividad alusiva -como tantas otras- se vio interrumpida. Su precio de venta es de 20 euros, de los cuales una parte considerable se destina a causas que atienden personas en situación de calle.
En sus memorias, Goiko recorre todo su camino futbolístico, que hoy le encuentra como embajador de la Fundación del Athletic. Desde sus inicios en el Arbuyo hasta su último partido con el Athletic y su retiro del fútbol en activo en el Atlético de Madrid, pasando por la selección española, por su función de entrenador en el Salamanca o en la selección de Guinea.
Garra y fuerza fueron sus principales características como defensa central que, en la historia del Athletic, fue el jugador en ese puesto que más goles marcó.
Goiko recordó que su primer partido en San Mamés no fue con el Athletic, sino con el Arbuyo, siendo infantil, cuando enfrentaron al Arenas de Getxo que finalmente venció 4-0. Pero, nobleza obliga, confesó: “El Athletic ha sido mi casa, el sentimiento”. Rojiblanco hasta la médula.
Goiko remitió a su libro a quien quiera conocer su trayectoria y otros aspectos de su vida. Aun así, aceptó responder a las preguntas del público.
“Maradona, Di Stéfano, Pelé, Cruyff… Cada cual a su tiempo, todos han sido grandísimos jugadores. Sin embargo, en los años 80, el mejor futbolista que yo vi jugar, fue Maradona. Yo tuve la mala fortuna de lesionar a Maradona. Pero todo lo ganó a partir de aquella lesión. Su último partido en España fue contra el Athletic y luego se fue a Nápoles y triunfó en el Mundial de México 86. Fue el mejor futbolista de aquella década”.
El ascenso con la Unión Deportiva Salamanca ante el Alavés: “Mi primer gol en LaLiga Santander se lo hice al Salamanca, que perdimos 2-1 con el Athletic. Pasó el tiempo y luego regresé allí como su entrenador a un equipo con buenos jugadores que no funcionaba y que, con nosotros, funcionó”.
“Yo siempre lo veo bien. El Athletic siempre ha tenido sus altibajos, pero últimamente ha sido campeón de la Supercopa y ha jugado otras finales en los últimos años. De lo que nos sentimos orgullosos, es de la filosofía del Athletic, ése es el sentimiento. A los chavalitos jóvenes hay que darles confianza, que se sientan que el entrenador y el público les quieren”.
“Para mí, fue la de jugador. Tuve pocas lesiones, más que nada musculares. La única lesión seria que tuve, del tendón de Aquiles, fue cuando ya estaba en el Atlético de Madrid. Jugué en el Athletic, fui internacional con la sub-21 y la selección mayor… Sí, sin dudas mi etapa como jugador fue la más bonita”.
“En 2013 llegué a este país a dirigir a la selección. Del país, sólo sabía que había sido una colonia española. Al llegar allí, vi que era una cosa totalmente distinta de la que yo conocía o había oído hablar. Creo haber hecho un buen trabajo con esta selección. Allí se sigue mucho el fútbol y el día que jugamos un amistoso con España, los jugadores no podían creer estar enfrente de algunos de sus ídolos”.
“El sentimiento está garantizado, pero no todos podrán jugar en el primer equipo. Aun así, los niños sienten el cariño de Lezama, donde fue un acierto llevar el arco del viejo San Mamés. Antes, para jugar al fútbol, bastaba con bajar a las calles, a las plazas. Pero estos espacios han desaparecido, ahora tienen que ir a una institución”.
“¡Que ganábamos seguro! Porque aquel Athletic tenía muchos internacionales y muchos buenos jugadores”.
A la última pregunta: ¿Qué le falta para hacer en el fútbol?, respondió: “Entrenar al Athletic”. Nada menos.