"Todo el mundo cabe en un grano de maíz" escribió José Martí. Si el humanista cubano hubiera estado presente en el 'clásico' Athletic Club vs Real Madrid, habría exclamado, "Todo el partido cupo en los primeros nueve minutos del partido". Una suerte de 'big bang' que estableció un universo completo e inmutable. En el 3'12", un esférico inteligente explosionó chamuscando la red de la portería de Agirrezabala.
En el 6'30", dos rebotes defensivos anularon la posición de fuera de juego de Benzema. Karim Benzema, un delantero intuitivo que se gusta encajándole goles disímiles al Athletic. Un futbolista que, al ver su numero impresionado en el electrónico manual, se retiró del campo ovacionado por los parroquianos de la Catedral.
Qué quieren que les diga. Un silencio respetuoso habría sido suficiente. Que se lo pregunten a Gurpegui, insultado, humillado en el Santiago Bernabéu y en el resto de los estadios de LaLiga Santander.
Tomando en cuenta la solidez defensiva del Athletic, los dos goles de Benzema resultaron antinatura. Pintaba mal. A medio camino de la goleada. ¿La caída del imperio de Marcelino? Ni de lejos. El equipo no agachó la cabeza. Asumido el castigo, sacó a pasear su orgullo.
No estaba el 'Zorro' Aduriz sobre el verde. Sin embargo, el sustituto que recogió su espíritu mandó a degüello. A la vista la guarida de su 'enemigo brutal', mezclando talento y garra, el Athletic se plantó a las puertas. Una suerte de caballo gigante junto a la cuidad amurallada de Troya. Oihan Sancet. Un hombre joven llamado para la gloria.
Incrustado en el entramado defensivo del Real Madrid, evitó 'muñecos merengues' hasta procurarse hueco. Fue entonces que su latigazo con el empeine interior de su pie derecho evitó la exagerada fisonomía de Courtois impactando en el interior del poste largo antes de rebasar la línea definitiva. Corría el 9'21". El Athletic se había metido en el partido.
El 'clásico' prometía goles. Agua de borrajas, sin embargo. Y es que, como ya fue dicho, "Todo el partido habría de caber en nueve minutos".
Mejor vivir en la ignorancia. Creer. Fe ciega en que el Athletic, como había sucedido tres días atrás, sería capaz de voltear el luminoso hasta que se clavara de manera definitiva en el mágico [3-2]. No bastaría su solidez, sin embargo. Ni su armonía. Ni su empaque. Su buen fútbol, en definitiva. Y si tanta virtud no fue suficiente, vayan al taller del 'maestro armero' y pregunten sin permitirle que se llame a andanas.
En él área técnica se hallaba el señor de las respuestas. Ancelotti, su apellido. Un técnico que había llegado a San Mamés para dejar la liga virtualmente sentenciada. De no haber sido así, el cuadro merengue no habría imprimido a sus transiciones una velocidad tan endiablada. Semejante despliegue físico fue un reto que el Athletic asumió con una coherencia que terminaría enamorando a la grada de la Catedral.
La pegada. El acierto. Busquemos en la 'pericia' el motivo por el que el Real Madrid se había ido a la caseta por delante. La pegada de Benzema. Y esas otras 'pegadas' que al líder se le permiten como si fueran virtud, y no delito. Anotemos, por ejemplo, la agresión de Camavinga a Vencedor en el 38'.
Y para no perder el hilo, recordemos el manotazo de Valverde a Muniain recién iniciado el segundo acto. Los tacos de la bota de Benzema que encontraron el tobillo de Iker Muniain en el 70'. Hubo más. Pero como todo terminó en la nada, liberémonos de la ardua tarea que supone traer a la memoria los recuerdos que forman parte del 'más allá'.
Centrémonos en este bonito partido. Del que todo se sabe porque se fue al traste de inmediato a que Sancet superara a Courtois. Tres goles en nueve minutos. Ninguno en los ochenta y cuatro restantes.
Difícil de creer en un partido tan abierto. Caprichos de un juego en el que el azar son palabras mayores. Athletic y Real Madrid pudieron marcar. Para el empate y la remontada. Para agrandar su victoria en terreno ajeno. En este San Mamés que tanto le gusta a Ancelotti, Benzema y demás hombres de blanco... ¡cuando terminan ganando!
El cronista se queda con ese no saber cómo habría reaccionado el banquillo merengue de haber perdido en el último instante con gol de Rulo anulado por el asistente y validado por el VAR luego de que la línea trazada permitiera ver cómo el culo de Militao habilitaba al navarro.
Visto que era incapaz de echar al piso al Athletic con dos 'ganchos' y un 'crochet', en el 75', el Real Madrid se ordenó en un repliegue total en "bloque bajo", como estila a decir Marcelino.
Comenzó, entonces, la hora del asedio a la defensa numantina de Ancellotti. Sería, empero, al contraataque como el líder le dio opciones a Agirrezabala para evidenciar que es un enorme portero. Al contraataque, también, la conexión entre los hermanos Williams que derivó en un mano a mano entre Nico y Courtois. Habría sido el [2-2]. Un empate rebosante de justicia.
El meta excolchonero, merced a su portentoso físico, le opuso su cuerpo a un balón que buscaba el arco de sus piernas. Las cerró, el muy 'cabrón'. Y con su servicio a la causa del equipo que lidera la tabla, el partido se le fue escurriendo al Athletic hasta desvanecerse en una insultante prolongación de tres minutos. "Todo el mundo cabe en un grano de maíz".
Todo el partido había cabido en los nueve primeros minutos del partido. El Real Madrid tuvo que darlo todo, y más, para robarle los tres puntos a su rival.
El Athletic, sin embargo, a pesar de cuajar un partido soberbio, sólo habría de encontrar la gloria en las palabras de su entrenador en la sala de prensa 'Jose Iragorri'. Al Athletic, a sus jugadores, a su entrenador, al universo Athleticzale... ¡el fútbol les está pagando con moneda falsa!
El Athletic no mereció perder con el RM pero tampoco ganarle al Betis, ambos fueron partidos de empate (así que mejor tener 3 puntos que 2), es lo que da de si este equipo de Marcelino sin 9 y sin ideas cuando Muniain se agota... Hay señales esperanzadoras (la irrupción de Sancet, Vencedor, quizás también Zarraga y algún otro) pero para ello el Mister debe dejarse de ciertas marcelinadas (Dani García, Iñaki Williams, Lecue, Balenciaga..) y atreverse de una vez... quizas asi veamos una segunda vuelta que de esperanzas para el futuro... pero por este año a Europa ni se le ve ni se le espera. Permanencia y gracias
Luego llega el Cadiz y perdeis, de eso no se comenta nada
muchos comentarios para el Bilbao, pero palmando el partido, eso que es para ahogar las penas
Con este entrenador lo tenemos crudo
Lo que el fútbol te quita el fútbol te da