El partido entre el CA Osasuna y el Athletic Club en El Sadar por la decimonovena jornada de LaLiga Santander dejó apuntes dignos de ser recordados como una singular efeméride. Los dos entrenadores de los equipos: Jagoba Arrasate (Osasuna) y Marcelino García Toral vieron el partido desde sus respectivas cuarentenas, a tono con estos tiempos pandémicos de la variante Omicron del COVID 19; por lo que sus dos alternos: Bittor Alkiza y Rubén Uría fueron quienes dirigieron desde sus banquillos.
Para el Athletic, fue su partido número 4.000 en su historia. Uno de esos números redondos que invitaban a celebrarlo en el césped.
Era un nuevo clásico del barrio grande de Euskal Herria, que Osasuna y el Athletic siempre se tienen ganas, atento al historial de fichajes del club bilbaíno. Allí quedaron los pitidos de la afición rojilla para Iker Muniain cada vez que tocaba el balón.
Sí, a priori todo indicaba que podía tratarse de una noche para recordar para el Athletic.
A los 9 minutos, Kike García conectó de cabeza un centro de Jon Moncayola en una rápida jugada de ataque que dejó desatendida la defensa del Athletic. Pero la efeméride también pesa, como una oportunidad de pasar a la historia.
A los 16 minutos, Iñaki Williams, en un rápido contrataque y tras un pase largo y preciso de Berenguer, envió un centro limpio para Sancet, quien conectó de cabeza con destino de red para el 1-1 parcial.
Y a los 24, otra vez Sancet y con un tiro cruzado, tras un centro de Oscar De Marcos desde la derecha para el marcador 1-2 a favor de la visita.
A los 62 minutos llegaron los primeros cambios de parte del Osasuna. Pero a los 67 llegó el tercer gol de Sancet, tras una precisa jugada de triangulación entre De Marcos, Muniain y Berenguer, quien sirvió para el dueño del triplete de la noche.
A los 67 llegaron más cambios, por parte de los dos equipos. Y a los 82, una jugada entre los hermanos Williams que culminó con gol de Iñaki que fue anulado por fuera de juego -muy justo en la línea, por cierto-. Y a los 86, un zapatazo del Chimy Ávila que se estalló en el larguero tras un paradón de Unai Simón.
Corrieron los minutos hasta llegar al final, como un alivio de buen comienzo. Acaso haya sido la de este lunes una noche para recordar. Y, más que esto, resultó una buena entrada en el nuevo año 2022. Que nos dure.
SANCET, es delantero que necesita el Athletic. Buscando, buscando....... Y lo teníamos en casa.