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Sancet III de Navarra

Expandir v
Kuitxi Pérez

El Athletic Club se exhibió en El Sadar. Goleada que el VAR minimizó trazando líneas de locura. Se inhibió, sin embargo, en la acción más importante del partido. Cuando el Chimy Ávila dijo: 'Voy de caza'. A quién vas a cazar, se le preguntó. No respondió el argentino que juega para CA Osasuna. Luego de otear y avistar a su pieza, el selvático depredador arrancó como lo hacen los felinos hambrientos.

Todo del pelo al pie de garra y diente. Su salto definitivo le prometía el tierno alimento. Garras para retener. Enorme y oscura su boca. Colmillos blancos para perpetrar la escabechina. Fue entonces que Nico Williams, advirtiendo de reojo al enemigo brutal, saltó con la maestría del que evita la valla en el tartán de la pista. De no haber sido por su olímpica destreza, el Chimy Ávila le habría destrozado las dos piernas al extremo del Athletic.

El Chimy Ávila vuela hacia la rodilla de Nico Williams en El Sadar (Foto: Athletic Club).

Espectacular el partido completado por el Athletic...

Pero, si me dan a elegir entre el 'hat-trick' de Oihan Sancet y el instinto del menor de los Williams, me quedo con la consumación de la profecía que decía: "Y no le romperán ni un solo hueso". Chimy Ávila, que había sido 'cocinero antes que fraile', que sabe de largas estancias en el dique seco tras graves lesiones, perdida su memoria, a punto estuvo de apartar del fútbol a un compañero. El cronista, inmerso en su día en el fútbol federado, se estremeció.

Así celebraba el Athletic Club un gol ante Osasuna en El Sadar (Foto: LaLiga).

Porque lo suyo era crear evitando el choque, y hasta  el contacto...

En su pequeña buhardilla, viendo el suceso de costado, un bramido con palabras gruesas que nadie escuchó. Si a Andoni Goikoetxea le cayeron treinta años y un día por su entrada a Diego Armando Maradona, haría bien el Comité de Competición si cursara una orden de búsqueda y captura que culminara con la retirada del carné de futbolista federado de este hombre que escenificó una de las acciones más violentas que se han visto en un terreno de juego.

Como si hubieran sido advertidos de que la habilidad de Nico Williams le libraría de todo mal, el Athletic, asumido el gol de Kike García, se esmeró en el empeño. El de protagonizar un partido fantástico que le procurara la primera victoria del año. Enfrente, un Osasuna que juega de memoria. De ahí su su ritmo alto. Su juego vertiginoso. Llevar el balón de una banda a otra buscando superioridad a la hora de colocar el balón en el área.

Sancet levanta el puño para celebrar uno de sus goles en El Sadar (Foto: LaLiga).

Así vino su gol. De este modo pretendían medrar los 'rojillos' del recordado y querido Bittor Alkiza. Difícil empresa para el Athletic. Aceptó el reto, sin embargo. Echó el balón al pasto y empezó a ligar hasta alcanzar el summum del juego combinatorio. Para ello, Vencedor dirigiendo el tráfico. Iñaki Williams, estirando al equipo, percutiendo con esa velocidad que al cronista lo retrotrae a los recientes tiempos del genial Usain Bolt. Iker Muniain, gustándose bajo una lluvia de pitidos e improperios que le llegaban de la grada de este precioso El Sadar.

Y de  Berenguer, qué otra cosa decir que no sea pasar la palabra a tanta y tanta gente que le daba por perdido. Un primor, Alex, que fino y elegante eres, cabrón.

Rubén Uría y Bittor Alkiza se midieron en El Sadar con Mikel Balenziaga por medio (Foto: diariodenavarra).

Habría de ser, porque estaba predestinado, la noche de Ohian Sancet...

Alto. Delgado hasta parecer 'flaco'. Un físico privilegiado que lo convierte en un portento. Liberado del deber del liderazgo. Y de tener que golear a pesar de figurar en esa línea de dos en ataque. Libre. Como el fantasma del que un día fue infantil en Tajonar. Invisible a los ojos del rival. Por ello, menospreciado. Sin una marca clara sobre su figura gigante.

Así fue como, acompañando  la galopada de Williams, atacó a bocajarro la golosina que le puso Iñaki sobre su testa. Como empaló de manera heterodoxa en el corazón del área. Como, preparémonos para una jugada excelsa, machacó sobre la línea de gol el pase de la muerte que le había regalado Alex Berenguer luego de una ligazón de muchos kilates. Berenguer. Sí. Ese hombre de banda que llegara a deslumbrar hasta que llegó el día en el que...

Doblete de Oihan Sancet ante Osasuna en El Sadar (Foto: Athletic Club).

En la balconada que da al foro, alguien pregunta: ¿A quien queréis que suelte al verde, a Berenguer o a Nico Williams? 'Suelta a Nico',... ¿Y con Berenguer, que hacemos? 'Al banquillo', decían unos,... 'A la grada', otros. Recuperada su libertad, Alex Berenguer se marcó un partido de fábula en territorio del 'Viejo Reyno'. Y por encima de todos, incluso del propio Athletic, Oihan Sancet.

Un tipo de aspecto bonachón dotado de la malicia de los que nacieron para matar en el nombre del 'Padre' Athletic. Sancet, liderando una camada de cachorros aleonados. En El Sadar. Estadio en el que abuchean a Iker Muniain, uno de sus hijos 'predilectos'. En un Sadar renovado, precioso, en el castillo más visitado de Iruña, el zurigorri Oihan fue coronado como "Sancet III de Navarra".

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  1. Zarraonaindia

    Buscábamos un delantero goleador, y lo teníamos en casa. Ánimo chaval ,! A por todas!

  2. Calatrava

    Sancet, y que cunda el ejemplo. Ánimo muchachos, a por todas.