Al navarro Alex Berenguer (4 de julio de 1995, 26 años) en su llegada al Athletic Club le pasó lo que suele suceder con todos los fichajes en los que se ha tirado de talonario, que se miraba su rendimiento sobre el césped con una comparativa constante al dinero desembolsado por su fichaje procedente del Torino italiano. Un eterno "sí, pero...".
Y sin embargo el futbolista de Barañáin demostró en su primera campaña el buen ojo que había tenido Gaizka Garitano, quien lo había pedido como refuerzo en repetidas ocasiones a la junta directiva de Ibaigane. Berenguer se destapaba, pese a no ser una característica principal de su carrera deportiva, como un estilete ofensivo que le vino muy bien al Athletic, huérfano en esa importante característica de la definición desde el declive y posterior retirada de Aritz Aduriz.
Álex anotaba nueve goles (8 en liga y 1 en Copa) en su primera campaña en Bilbao, con detalles sublimes, como su bello doblete en el estadio Carranza ante el Cádiz CF.
Lo que nadie podía negarle, incluso cuando las cosas le empezaron a ir mal, fue su pelea constante y su polivalencia. Hablamos de un jugador que puede jugar en diferentes posiciones y que en cierta medida ha sabido reinventarse para ser un aporte ofensivo para el equipo de Marcelino García Toral.
En esta campaña 2021/22 que todavía cuenta con el meollo de poder clasificarse para las competiciones europeas, el navarro suma ya seis asistencias, que compensan en buena medida los únicos dos goles que ha marcado de momento. Uno en LaLiga Santander y otro en Copa del Rey.
Ya dijo el técnico de Careñes que no era bueno obsesionarse con el gol y su tanto al Real Madrid lo valoró como un gran aporte para su moral. "Me alegro mucho por él. Ha tenido falta de fortuna en esta temporada. Ha tenido ocasiones claras que no entraron, unas veces por las intervenciones de los rivales, otras por mala suerte. Pero cuando eres constante, el premio llega. Alex trabaja fenomenal, es una persona extraordinaria y este gol le dará un impulso importante", vaticinó su entrenador.
Junto con los siete pases de gol de Iker Muniain las asistencias sumadas ante la Real y el Levante han logrado que el tándem navarro de las bandas sea el principal suministro de goles, también poniendo el balón parado, de la plantilla rojiblanca.