El partido de LaLiga Santander entre el Real Betis y el Athletic Club acabó calentito por la agresión de Nabil Fekir al capitán vasco, Iker Muniain, que supuso su expulsión por una roja directa. Una jugada que había comenzado con una acción provocadora del galo con la defensa rojiblanca. Se dedicó a hacer malabares con la pelota en la banda mientras el tiempo transcurría en detrimento de un visitante que perdía por 1-0.
La reacción de Oscar De Marcos fue hacerle una fuerte entrada junto a la línea de cal. Acción que recordó a la de la 'lambretta' de Neymar y Xabi Etxeita en una final de Copa del Rey con el FC Barcelona. Allí hasta Luis Enrique, el míster culé y hoy día seleccionador, comentó que "si yo fuera jugador del Athletic, hubiera respondido igual o peor".
A la conclusión del choque de este domingo en Sevilla el técnico chileno, Manuel Pellegrini, entraba al trapo en la sala de prensa y pese a que aseguró que no justificaba la agresión de Fekir al '10' de la Txantrea, sí indicó que el zurdo verdiblanco "no es la primera vez que reacciona así tras recibir veinte patadas" porque "es un jugador que no se tira al piso pese a recibir tantas faltas".
"Los que pegan siguen y los que reciben, se van", aseveró el técnico sudamericano, si bien recalcó que su pupilo debe "tener la experiencia de las anteriores expulsiones". Por contra, en las filas vizcaínas se destacaba que el colegiado levantino Antonio Mateu Lahoz, si bien esta vez no influyó en la derrota sí permitió al francés hacer faltas constantes y, sobre todo, golpear con manotazos en varias ocasiones las caras de sus marcadores del Athletic.