"La gente ya ni se lleva mal rato; no merece la pena". Palabras que le dirigí a mi compañero Asis Martin tras la debacle del Athletic Club ante el Granada CF en el Nuevo Los Cármenes. "Joder que no; hay mucho cabreado", me replicó. Le adelanté un posible título de la 'contra': "Unai Simón hiere de muerte al Athletic". Antes, había escrito unas líneas a modo de inicio... "Cabeza alta / Estampa de gigante / Oteando el horizonte / Tantos metros cuadrados / La inmensidad lo abruma / Reduce el espacio de su mirada / Aumenta el riesgo de la locura que va a cometer"...
Podría seguir por esta línea. Cargar contra un portero por su riesgo innecesario, por su comportamiento temerario. De seguido, comportarme como uno más de los que hacen leña del árbol caído. Pero como sobra la madera y la estopa, seré una especie de salmón nadando contracorriente. Porque este es el Athletic que tenemos. Y si no nos gusta, no hay otro al que podamos recurrir para seguir tirando hacia delante...
Solo un amante ha tenido, y tiene, y puede tener, y tendrá siempre este hombre: el Athletic... Doncella virgen, por intocable: abstracto es, que lo domina enteramente, ya en lo dormido y soñado de la noche. Ya en lo sentido y vivido de los cortos y los largos días.
Cuando en su cama, tumbado, en una mañana muy limpia de primavera, piensa, o recuerda, o imagina, o desea, o anhela, o añora, nostálgico y melancólico hasta languidecer, no es por ninguna mujer su afán involuntario. Ni siquiera por la que más ama. Si se ahoga no es por ese cuerpo en concreto. Ni por su alma. Ni por su alegre corazón.
Es el Athletic. El Athletic es. Ese gran Dios invisible del que el hombre es, entre tantos millones, el pequeño titán que parió después del breve aliento en el rostro de una figura humana.
Si como macho, varón, hombre, le ha tocado en surte seducir, serán para el Athletic sus susurros, sus camelos, sus lisonjas, sus caricias y arrumacos. La verdad de su amor y la mentira de su odio. Y para todo ello no habrá cita ni hora.
Cuando el Athletic, insaciable, lo reclama, va él y, aún en el trance tan amargo de Granada, acude presto a su disposición luego de abandonar ese lecho tan duro que lo acoge en su dolor como promesa de sepultura.
Para todo el género humano la deserción bien vale una excusa. Pero cuando es el Athletic el que convoca, su sufrimiento es el sacrificio que se ofrece a gusto, como la misa esa de París de un rey descreído...
Y así, el hombre y el Athletic se encuentran. Por fin. Dibujando el primero a su Centenario Club a su imagen y semejanza. Un Athletic ideal que, a pesar de tanto amor, no termina jamás de ser alumbrado perfecto, ya sea con la fuerza de su mano, ya con la energía de la luz, ya con tinta, o en forma de ilusión que se muestra...y enseguida se desvanece.
Como en Granada se le apareció, y le pareció, lo debe tomar. Y lo hará como el que abraza a un fantasma. Estrechamiento apasionado. Pero sin carne ni hueso. Amor angelical. Amor celestial. Que le hace libre [en apariencia]: ¡divino amor! Que lo esclaviza [en el alma]: ¡AMOR DIABOLICAMENTE PERVERSO!
· Por Kuitxi Pérez, periodista
Somos un equipo viejo y cansado, con gente que habla mucho y hace poco en todos los estamentos, y la prensa que sigue al club es muy pobre, pero tiene a la gente embobada. Hay que espabilar, que si no... ATHLETIC, KARAJO!
harrison así estábamos y un tal Luis Fernández llegó y nos metió en Chanpions y 2º en Liga, no hay q ser conformistas y aún menos perder la identidad en cuanto nos viene una mala mano. Esto como otras veces, con sabia nueva y planificación se reorienta. El Athletic no es Club de volantazos, sino mira como en su día Macua pasito a pasito renovó equipo y maneras. Salu2
Ke estupido y cansino eres antes era garitano y ahora este, calienta pa el siguiente ke seguirás diciendo las mismas estupideces ke si la directiva no vale ke si mi abuela fuma…ke asco dan aficionados tan ignorantes y repetitivos, aburre leerte hazte del Madrid 🤡 Ojalá los nuevos tengan los huevos de plantear una votación para cambiar la filosofía (esto está claro ke no da para más) aunque solo sea para que aficionados/personajes como tú desaparezcáis.
Marcelino es bueno hacer autocritica, karanka te dio un baño táctico impresionante
El entrenador es muy malo no sabe gestionar el equipo sus planteamientos son patéticos no juega ni a tablas la estrategia da grima, no lee los partidos, no sabe hacer los cambios y no sabe de táctica solo juega a un sistema que todo dios conoce y no sale de el. El athletic es el de siempre pero el entrenador es pésimo y la directiva no saben lo que hacen