¿El tren electoral descarriló a Marcelino del Athletic o puede volver?
"Súbete al tren". Era Marcelino García Toral escuchando la petición que Aitor Elizegi le hacía en nombre de su junta directiva. Se temía, al parecer, que el tren del Athletic Club descarrilara. Gaizka Garitano, que había sido convocado para suplir a Eduardo Berizzo, de ser la solución se ha había convertido en el problema. "No podíamos dejar pasar el 'tren del Athletic' porque quizás no pase por Careñes una segunda vez". Se subió.
Su llegada despertó un ánimo apagado, una alegría encubierta. En lo que a mí respecta, mi memoria, selectiva, había borrado aquellas huellas que sus detractores fotografiaron antaño para exhibirlas en días como aquél. En días como éste. 'Days like this'. "Cuando todo está en su sitio / cuando el Athletic se siente querido / cuando nadie acecha en amenaza con el viejo beso de Judas".
Catalogado como 'entrenador top'. Allá donde estuvo dejó su sello. El más apreciado por la afición del Athletic, ese en el que aparece, con brillo de patena, la Copa del rey que conquistó cuando vivía bajo la luna de Valencia.
Fue llegar y besar el santo. Enclaustró a su manada de leones en la Cartuja de Sevilla convencido de la gesta de vencer al Real Madrid y derrotar al FC Barcelona. Una Supercopa. Ahí es nada. El pequeño Marcelino, convertido en rey David que abate con su 'honda asturiana' a los dos gigantes que se creen titanes paridos por el capricho de los dioses.
La hazaña le confirió la confianza de ganarse un vestuario en el que marcar a fuego su estilo. Confieso que me maravilló sentir cómo, en tan poco tiempo, un entrenador había sido capaz de que el Athletic jugara en transiciones tan preciosistas como memorizadas. Partir de la 'piedra' de Simón para terminar encajando el balón en las redes del portero rival de turno.
Pocos goles, sin embargo. Se generaba mucho. Hasta el exceso. Nostalgia por lo imposible de recuperar al 'señor de los goles'. ¿Hasta dónde habría llegado el Athletic si Marcelino hubiera contado con el mejor Aduriz del que disfrutó Ernesto Valverde? ¿Hasta dónde? ¡Qué se yo hasta dónde! ¿Acaso creen que soy capaz de ver eso que le esperaba al Athletic más allá del horizonte?
Fue así que llegaron las copas por jugar. O las no jugadas. La impotencia de ver cómo la Real Sociedad le robaba caramelos a un niño sin que Marcelino fuera capaz de impedirlo. Cómo evitar, pues, que el FC Barcelona nos diera una tunda poco tiempo después. Como si los dos mazazos no hubieran hecho mella.
Marcelino, a lo suyo, gozando en ese 'Paraíso' que para él era Lezama. Supo de días al sol. De 'lluvia en soledad' también disfrutó. Hasta que, con la apertura de las puertas, le llegaron en tropel las "mágicas noches de la Catedral". Era por entones un 'escribano' que se hacía querer por su excelente caligrafía.
· Por Kuitxi Pérez, periodista
MArcelino es incompatibe con un Club 100% de Cantera como es el Athletic, y él mismo lo ha dejado patente renovando a los veteranos, sin seguir a los cedidos y sin ver el espectro del futbol vasco cara a futuras temporadas. Él va a lo suyo, por no hablar del inamovible 4-4-2 de futbolín q por su inmovilidad nos ha hecho perder puntos en partidos q hubiéramos merecido más. Hoy en 1 división, un entrenador no puede ser estático pq te comen la tostada en los diferentes lances del partido.
Ojalá volviese,porque un candidato rectificara a tiempo.Mi voto lo tendría seguro,porque a día de hoy,hay pocos que puedan mejorar su gran trabajo.
Por favor que no vuelva, me quedo con Capa.
Que se quede donde está cuanto más lejos mejor mala gente
A mí personalmente me gustaría que volviese. Ahora mismo es el mejor entrenador para el Athletic. Si existe la más mínima oportunidad que la aprovechen. Creo que hizo bien en salir de la elección del presidente y cuando salga el que sea de los tres,hablen con él para que pueda volver a entrenar al Athletic.