Carta abierta a los 'candidatos magos' del Athletic
"¿Qué le pides al presidente del Athletic Club que sea elegido?", me pregunta mi compañero de ElDesmarque Bizkaia Asís Martín. "¿Se puede tener más gol con esta plantilla dirigida por otro entrenador?", concluye... Sí me dan pena los presidentes 'vencidos'. Y cuando parece que no van a darme pena, pienso en las cartas de despedida escritas por Rafa Alkorta y Andoni Aiarza; en el trabajo callado de Andoni Bombín; en la sutil elegancia de Aitor Elizegi, presidente que ha liderado durante tres temporadas y media el enésimo proyecto de este Athletic que camina decidido tras la huella del bíblico Matusalén.
Sí me dan pena. Reivindico su figura. Lo hago ahora que, junto a sus allegados, abandona Lezama con un saco a la espalda, cual caco que se llevara lo que no es suyo. Lo hace, también, así quieren otros que lo veamos, como si durante tres años y medio hubiera sido 'okupa' en la casa del Athletic.
Javier Clemente se suma a esas otras voces autorizadas que dicen que "las elecciones no son buenas para el Athletic". En especial para Lezama, ese 'ente' del que poco se sabe y la mayoría utiliza como 'Caballo de Troya' para intentar derribar la puerta de nuestra 'Casa común'.
Si Pablo Milanés no lo hace, ¿cómo pedirle yo que del cielo nos baje "una estrella azul". Bastaría con que "nuestro espacio llenaras con tu luz". Luz. Un poco de luz, o mucha, toda tu luz te pido. ¿Es demasiado pedir? Luz que ilumina y no ciega. Luz que emana de los seres inteligentes y bondadosos. Luz para preguntar. Luz para escuchar.
Luz para tomar decisiones como si no fueras tú el que las toma, como si lo hiciera el Athletic en el nombre de Pitxitxi, Gainza e Iribar.
Ahora que 'Iribar' se le ha añadido a 'Lezama', pienso y... ¡llama la atención la suma desde hoy hasta su cuna! Medio siglo fabricando leones. Ingente labor. Tarea necesaria hoy más que nunca, cuando las ciudades del entorno se protegen con robustas murallas que no hay Dios que las derribe así que cuente con las trompetas de Jericó.
Barkala, Arechabaleta, Uriarte. Yo no sé quien resultará elegido luego del cuenteo final. Uriarte, Arechabaleta, Barkala. Cuando el escogido tome el cetro de manos del saliente, que le pregunte a Elizegi hasta saber del Athletic todo.
Desde el Athletic masculino y femenino hasta el benjamín de menor altura; desde la Catedral en noche de Reyes hasta ese utillero que trabaja al son en las mañanas de Lezama. 'Doctores tiene la Iglesia', y el Athletic, ¡a calderadas!
La sabiduría se expande por lo inmenso de Lezama. El Athletic de San Mamés, el Athletic femenino de Lezama no son otra cosa que la cabeza del León y la Leona cuando les entran unas ganas locas de rugir.
De lo bueno, todo: ¡quedaos con todo! De lo malo, la mitad, a la basura, el resto, jaros para añadir más madera al 'Calentín' de la noche de San Juan. ¿Qué le pides al presidente que resulte elegido? ¡Quién soy yo para pedirle algo al que todo lo sabe y con su conocimiento viene a iluminar el 'espacio universal' que es el Athletic! Luz.
Sentido común. Amor incondicional. Dialogar todo el día, y luego más. Llegar a lo posible sabiendo que alcanzar lo 'imposible' sólo está al alcance cuando uno memoriza la 'UEFA de Koldo Agirre' y esa otra de Marcelo Bielsa que nos hizo enloquecer.
Hablo en singular. Me dirijo a ti, Barkala, Arechabaleta, Uriarte. Lo hago en nombre de Piru Gainza: ¡prométeme que el Athletic estará siempre en LaLiga Santander! Y en el mío: ¡un entrenador que le haga jugar al primer equipo del Athletic como Bielsa le hacía, aunque sólo fuera a ratos! Con tanto como eso sería feliz, un Athleticzale feliz, dispuesto a pedir perdón por esos bellos momentos a los muertos de mi felicidad.
En lo que respecta al gol que tanto nos falta, a ese que nos habría aupado a puestos muy nobles, que la diosa 'Pericia' nos bendiga. Mientras, el trabajo, ¡el duro trabajo! Si tanto cachorro se ha hecho León bajo el 'mandato' de Elizegi, que, en breve, la puerta del primer equipo sea derribada por el 'ariete' más virtuoso que jamás vio San Mamés.