A lo Loco se vive mejor (Segunda parte de Marcelo Bielsa)
Es el día de Marcelo Bielsa en Bilbao, en el orbe, en el Planeta Fútbol... Tumbado al sol de las pequeñas piscinas de Pando Aisia. Un sobresalto quebró la calma. Pensé que se trataba de un 'golpe de calor'. Tan veloz fue el viaje de las ondas de radio hasta mi intelecto. A mi lado, a la altura de la cabeza, próxima a uno de mis dos oídos, una pequeña radio me tenía al tanto del proceso electoral en el que está sumido el Athletic Club.
No era un golpe pero sí lo era; se trataba del calor que me faltaba desde que él se marchara de nuestras vidas allá por el verano de 2013. Del golpe electoral, de la calurosa noticia, me acababa de poner al tanto Herri Irratia en su 'Oye Como Va'.
¿Que cómo va? Mejor, imposible. "Marcelo Bielsa es el entrenador con el que se presentará a las elecciones la plancha de Iñaki Arechabaleta". Once temporadas después, el rosarino podría volver a San Mamés para dotarle a nuestras vidas de ese punto de locura que se necesita para no volvernos locos.
Les confieso que desde el día en el que Bielsa se marchó de nuestras vidas comencé a contar los minutos, las horas, los días que como contraprestación pedía el destino a cambio de que el recién fugado regresara a Lezama para que los jugadores del primer equipo recuperarán el 'fútbol perdido'.
Se me dice que su llegada podría desatar una cruda batalla entre los dos bandos que dejó. Los que, como Javier Clemente, creen que, aún siendo buen entrenador, "el estilo que proclama e inculca en el equipo no le va nada bien al Athletic". "¿Qué cosa es el estilo?... ¿Qué es lo bueno? ¿Qué es eso que tanto daño le hace al juego del Athletic?".
De la ausencia y de Bielsa; de Bielsa y su no deseada presencia.
Unos le consideran un Dios; la otra mitad, el anti Cristo. El físico, la técnica, la táctica, la estrategia. ¿Cómo es el fútbol que propugna Marcelo Bielsa? ¡Qué se yo cómo es! Ni lo sé ni mi intensa. No soy un analista. Ni nací para recitar el 'pregón de los jugones!
Es más: de fútbol no entiendo manda. Porque este juego maravilloso no nació para ser entendido, sino para despertar en nuestro yo más profundo las más bellas sensaciones. Y 'ese no sé qué' tan emocionante no lo había experimentado desde que 'debuté' en San Mames a los ocho años. O sea, nunca.
De lo bueno, todo; de lo malo, nada. Memoria selectiva la mía con respecto a la estancia de Marcelo Bielsa en nuestras vidas. "Casi descendemos en su segunda temporada; y en la primera, el 'partido de Old Trafford y poco más". Memoria selectiva, también, la del grupo de sus detractores.
Reducir la impronta del técnico argentino en su estancia en Bilbao a un solo partido denota falta de cariño y un exceso de injusticia que clama al cielo. En dos ocasiones ha estado el Athletic en una final de la Copa de la UEFA. Aquella frente a la Juve con Koldo Agirre [1976-1977] y esa de Bucarest a la que nos llevó Marcelo Bielsa luego de protagonizar seis partidos de escándalo.
De Old Trafford se acuerda la gente. Pero yo les digo que la intensidad del juego del equipo fue creciendo en la vuelta de San Mames, en los cuartos frente al Schalke 04, y en aquella soberbia semifinal de la Catedral cuando, a punto de llegar al tiempo de prolongación, Llorente picoteó en el primer palo un centro precioso de Ibai Gómez.
Habría sido la primera Copa europea para las vitrinas de un Club "Caso único en el mundo".
Y sin embargo, ni pan ni sal para Marcelo Bielsa. De triunfar la plancha en la que se le cita, de Marcelo Bielsa espero que su extremada inteligencia le haya permitido analizar el por qué de sus 'batallas perdidas' hasta llegar a la absoluta comprensión.
Él sabe que desde que se fue / comenzó mi larga espera / todos los días mirando al cielo / ¿habrá llegado su segunda era? / ¿Ese es su avión, ese, su vuelo? / Me encontrarás cansado / tal vez herido / a tu lado, Loco / confiando en tu 'juego curativo'.
Ni en pintura va a romper más al athletic
Vamosss carajo aupa Athletic esto me vuelve a ilusionar