El nuevo presidente del Athletic Club, Jon Uriarte, había marcado territorio en la campaña electoral, cuando aún era candidato. "Nos gusta el 'Rock and roll, lo preferimos al jazz", dijo, hablando exclusivamente en términos futbolísticos. Y, como aún no había desvelado el nombre de su entrenador -todos se lo guardaron hasta el final-, quien más quien menos hacía cábalas. Y miraba hacia Alemania. A ese perfil de técnico, joven, ofensivo que está saliendo en la Bundesliga -Klopp, Tuchel, Nagelsmann- que propone juego vertiginoso y da buenos resultados.
Se habló de Marco Rose. Pero no. En un giro inesperado de guion, Uriarte eligió a Ernesto Valverde. Un seguro. Como el propio empresario bilbaíno le ha definido, 'El hombre tranquilo'. Aunque a Valverde le gusta el rock. En la música y en el fútbol. Y, como buen cinéfilo que es, es probable que también John Wayne, protagonista del clásico de John Ford.
Así, llevó al césped en el primer partido el camino marcado por su presidente. Un choque ante el Mallorca en el que tiró de hasta ¡9! delanteros. Cinco de inicio, Muniain, Sancet, Iñaki Williams, Berenguer y Villalibre, y cuatro a lo largo del choque, Raúl García, Nico Williams, Gorka Guruzeta y el 'cachorro' Malcom Adu Ares, que debutó.
No logró el resultado deseado en el marcador, pero mucho no se puede reprochar. Casi hasta ni de la endémica falta de definición de la anterior con Marcelino García Toral.
Sí, a veces, sus hombres no embocaron entre los tres palos, pero los remates de Villalibre, Raúl y hasta alguno de Williams fueron buenos y con intención. Lamieron los palos en los que se estrellaron sendos disparos de Vesga y Yuri Berchiche. Este último tras una gran intervención de Rajkovic, uno de los descubrimientos de la primera jornada de LaLiga Santander 2022-2023.
El meta serbio fue un valladar inexpugnable para el Athletic. Para Yuri, para Villalibre, para Berenguer, para Nico e, increíblemente, para Guruzeta en un balón que dio en Raíllo y se fue a una parecía que zona imposible para el meta. Pero no, el guante de Pedrag Rajkovic apareció sobre la línea de gol para evitar lo inevitable.
Quizás el único que pueda lamentar el remate que hizo fue Muniain, que no atinó con un centro a placer de De Marcos, según llegaba al área pequeña.
Pero el que hizo desafinar las guitarras rojiblancas fue el meta balcánico. Unas guitarras que ya arrancaron a todo trapo, una ocasión de gol de Villalibre a los dos minutos y medio y tres saques de esquina en cuatro minutos, y mantuvieron el ritmo casi todo el partido, un total de 23 remates a portería, 6 de ellos entre los tres palos.
Todos consecuencia de una intensidad y una presión para llevar el partido permanentemente al medio campo del Mallorca en la que estuvieron casi perfectos los centrales, Yeray y Vivian, y Vesga por delante de ellos.
working in silence is easier💪🏿⚽️ pic.twitter.com/flL5uWcriB
— Nicolas Williams (@willliamsssnico) August 15, 2022
Más arriba, Muniain y Sancet, aún lejos del nivel que les espera Valverde cuando los junta en medio campo, no pararon de generar hacia unos puestos de ataque en los que, aún sin marcar, Villalibre dio la razón a la titularidad que le dio su técnico.
Al que el relevo del 'Búfalo', todavía en el minuto 57 y cuando empezaba a combinar con peligro al borde del área, es uno de los pocos peros que se le pueden poner. Porque no tuvo problemas en ir relevando a los cinco jugadores de ataque, echar mano de los jóvenes, Zarraga, Nico y Guruzeta, y hasta de hacer debutar a un 'cachorro', Malcom Adu Ares.
Valverde logró que su equipo fuese manifiestamente superior a su rival y lo hizo a base de watios y decibelios. Faltó la guinda del gol, sí, pero es cosa de afinar las guitarras. Y de tener un poco más de fortuna, que no todos los porteros van a ser el Rajkovic del lunes. El 'rock and roll' es el estilo.
· Por Ramón Orosa, agencia EFE
Hay mucho instrumento desafinado que no está para un gran concierto, como mínimo para animar un cumpleaños. Para los grandes conciertos hace falta músicos de calidad e instrumentos afinados. Esperemos que llegue algún gran músico para que ayude a tocar mejor a este grupo. Un buen vocalista también es muy importante y tampoco lo tenemos. Así es muy complicado dar un gran concierto. A seguir ensayando ahí está la clave. Que suene la música.