Ni se me pasa por la cabeza hacer balance de este arranque de temporada para nuestro Athletic Club. Básicamente porque seis jornadas de LaLiga Santander no pueden ni deben ser la muestra de nada. Ni siquiera voy a comparar concienzudos análisis estadísticos de otras temporadas que en mi opinión poco o nada aportan, ya que no se pueden asimilar ni las plantillas de antes ni las de ahora. Pero lo que sí puedo hacer es hablar de sensaciones, de pequeñas percepciones que recorren mi sangre rojiblanca y ya os adelanto que son buenas.
Los guarismos son los que son, 13 puntos de 18 posibles y el equipo afincado en la cuarta posición.
Pero lo mejor no es eso, lo mejor a mi modo de ver es la impronta que está dejando el equipo en cada partido. Esa impresión de salir al verde sin complejos, sin ambages, sabiendo lo que cada uno tiene que hacer y cumpliendo con nota en la mayoría de los casos. Y todo ello cocinado a fuego lento por, para mí, el principal culpable de todo esto: ERNESTO “TXINGURRI” VALVERDE.
No soy ni seré nunca objetivo (¿Quién lo es?) para con nuestro Míster. Siempre he sentido debilidad por el de Viandar de la Vera, ya incluso cuando era jugador.
Me lo habréis leído más de una vez en Twitter, no solo ahora, también en la etapa anterior: A mí este Athletic me divierte. Y, al fin y al cabo, ¿no se trata de eso? ¿De divertirnos? De que lo que veas te entretiene.
Claro que nos comeremos algún mojón a lo largo de la temporada, esto es el Athletic, el que quiera caviar que se haga del Real Madrid. Pero no me digáis que lo que hacen los pupilos de Valverde no es como para sacar un poco el pechito.
La cuestión es que tenemos los mismos ingredientes que la pasada campaña, pero a Ernesto la tortilla le queda más jugosa. Serán cosas del recetario: una pizca de solidez, una cucharadita de confianza, unas gotas de precisión y un buen chorretón de ocasiones culminadas con tino.
Esto no ha hecho más que comenzar y en el fútbol como en la vida puede pasar cualquier cosa, pero mientras los jugadores no me muestren lo contrario creo que podemos estar ante una temporada ilusionante. Por lo menos, y de momento, en la cocina huele de maravilla.
• Por Iker Fernández, periodista de Radio Nervión y Telebilbao