La afición del Athletic Club no se circunscribe únicamente a Bizkaia. Son muchas las personas de todo el estado que no dudan en mostrar el amor por los colores rojiblancos y para los que el día marcado en rojo en el calendario es cuando juegan en su ciudad, o cerca de ella.
Una de las comunidades autónomas en las que más peñas del Athletic y, por ende, más aficionados hay es Andalucía. Así se ha podido apreciar siempre que los 'leones' la visitan. Pero si hay una ciudad en la que se dejan ver, esa es Sevilla.
Ya sea en el Sánchez Pizjuán o en el Benito Villamarín, siempre hay una nutrida representación de 'athleticzales en el exilio' que apoyan incesantemente a su equipo. Y este sábado no pudo ser menos.
La grada visitante del feudo hispalista se tiñó del rojiblanco que predomina también en los asientos del imponente Sánchez Pizjuán, tal y como ha recogido en sus fotografías nuestro compañero Kiko Hurtado. Pero más allá de ellos, también se pudo ver alguna camiseta rojiblanca desperdigada por el resto de la grada.
Como suele ser habitual, los jugadores del Athletic reconocieron el apoyo mostrado a la conclusión del partido, y fueron a aplaudir a sus aficionados.
Si a través de la televisión los athleticzales disfrutaron y sufrieron a partes iguales de un partido muy abierto entre dos grandes equipos, a buen seguro que los que estuvieron en el Sánchez Pizjuán lo hicieron en las mismas proporciones.
Y es que el Sevilla-Athletic fue uno de los mejores partidos de lo que llevamos de LaLiga Santander, y donde dos entrenadores que buscan constantemente la portería rival hicieron gala de su arsenal ofensivo. El broche al partidazo lo puso el gol de Mikel Vesga desde fuera del área que permitió a los pupilos del Txingurri rescatar un valiosísimo punto para seguir soñando con la UEFA Champions League.