El primer mandamiento de la Grada de Animación es que “el Athletic nunca más caminará solo”

Ancelotti basa parte de su exitosa carrera como técnico en su larga experiencia como centrocampista. A la lista de títulos como entrenador, Carlo ha ganado las cinco grandes ligas europeas, suma horas de vuelo y triunfos al lado de futbolistas de la talla de Donadoni, Van Basten, Gullit, Rikaard, Baresi o Maldini en el Milan del fútbol total de Sacchi, desde luego sabe lo que es mandar en el campo y llevar el peso del partido.

Antes del partido ante los de Xabi Hernández, preguntado por el estilo de juego, alzó levemente su ceja izquierda: “Lo que pienso yo es que tener un solo estilo, para mí, no es lo más indicado porque los jugadores cambian y lo más importante es tener al jugador cómodo con el estilo que juega”, ya conocemos el resultado en el Bernabéu.

En San Mamés el sábado se cruzaban dos estilos de juego, los dos entrenadores rojiblancos hablaron en las previas de su dibujo.

El Atlético de Madrid se ha instalado hace años en los resultados, su límite salarial se invierte en jugadores contrastados en equipos de prestigio, fajados en Europa, sin embargo, te llames Álvaro, Antoine, Joao o Saúl, hasta si tu nombre es Oblak y llevas guantes, las reglas son claras, después de pasar por la camilla del psicoanálisis del Cholo todos se parecen a Diego Costa y si no te lo recuerda en cada jugada Giménez.

Para el técnico argentino el terreno de juego está dividido en yardas y cada línea superada se toma a cuchillo, además arriba se permite lujos como Morata y Griezmann (la obsesión de este chaval por la puerta rojiblanca también necesita de un estudio), dejando claro cada balón robado que en el dos para dos son temibles.

El Atlético es un equipo encajador, se siente cómodo contra las cuerdas, hace más de una década que nos propone el mismo reto y llena de hormigón el césped de San Mamés.

Tienen razón Valverde y Ancelotti, después de unos años reconstruyendo el equipo, esta plantilla se merece ocupar terreno contrario, mandar en las bandas, en el tempo del partido, el futuro ya está en el terreno de juego y en el Athletic es sinónimo de buenos tiempos. El 2-4-4 de Valverde no se negocia, aunque el equipo roza la ternura con Oihan y Vesga en el medio centro y los pesos pluma de Nico, Berenguer y Muniain ante los kilogramos de la línea que forman Koke y compañía.

Sinceramente, el Athletic no mereció esta derrota, se remató de todas las maneras y con constancia desde dentro del área rival, las paradas colchoneras llegaron desde todas las partes del cuerpo.

16 futbolistas por equipo saltaron al terreno de juego, las siete tarjetas amarillas mostradas, incluidos a los dos porteros y el entrenador, fueron para los colchoneros, quedó claro, en San Mamés hubo dos estilos de juego.

Estilo, también bagaje y apoyo necesita la recién nacida Grada Joven Popular, y por qué no, un decálogo de objetivos y misiones que recorrer en este nuevo camino.

48.931 aficionados es una magnífica cifra, el lleno del fondo norte, el no hay billetes y la brillante insistencia de la Directiva por llenar San Mamés está dando sus frutos, la semana pasada nos adelantamos al conflicto en este blog, no se entiende muy bien el interés de algunos miembros de las partes por desear su fracaso.

El primer punto de sus mandamientos se echa de menos, debería estar en una placa incrustado en el hormigón de la Grada, lo dice todo: “el Athletic nunca más caminará solo”.

El segundo es igual de importante, una sola palabra: “RESPECT“, desde el 2019 decidimos cubrir con estas siete letras el techo del banquillo rival, por encima de todos nosotros, que estamos de paso en el Club, resume uno de los valores que representan 125 años de historia del Athletic Club.

El tercer punto es complejo y delicado, se refiere al control y la seguridad de este espacio, que seguramente también necesita explorar nuevas soluciones para unos nuevos tiempos.

Requiere primero agradecer de corazón el trabajo que están haciendo muchas personas tanto desde dentro de la Grada por parte de la Harmaila como desde el Club, con el equipo de Txapelgorris y Fundazioa a la cabeza, para poder hacernos algunas preguntas.

Las cuestiones sobre lo ocurrido en la grada de San Mamés...

¿Es un reciento deportivo el espacio para posicionarse sobre una parte de un conflicto de escala mundial?

¿Conocida la magnitud del espacio, identificar un hecho aislado, puntual, de riesgos perfectamente medidos, de fácil tramitación al final del evento es la mejor y proporcional actuación?

¿No estaremos explorando riesgos innecesarios para miles de menores recién llegados a estas nuevas localidades?

¿Es recomendable, en un partido de Alto Riesgo, dada la dificultad de la dirección del evento entrar más allá de las diez de la noche con fuerzas de seguridad al centro de una concentración de mas de 4.000 jóvenes apelotonados?

Habrá tiempo para un análisis en profundidad de este nuevo espacio rojiblanco, que quiere y debe ser joven, plural. El sábado demostró que quiere crecer y una amplia mayoría se mantuvo a pie de grada defendiendo a su equipo que perdía 1-0, su misión más importante, igual que a la plantilla le vendrá bien el parón del Mundial para el descanso y la reflexión.

El año que viene las cámaras nos pueden enfocar desde Europa, San Mamés puede y debe moldear una Harmaila única, también en sus comportamientos y valores, como el Club que defiende, estar a la altura de slogans como “Gure gurasoen etxea” o Erromantikoen ametsak“ no es fácil, son palabras mayores, el estilo de juego también tiene que llegar a la Grada si pretende liderar una Catedral.

• Por Aitor Elizegi, expresidente del Athletic Club