A pesar de su aspecto precioso, y del riego previo, el césped del Coliseum de Getafe terminaría siendo 'botón', como escrito está en la historia de este estadio. Ese bote continuo del balón que invita a las disputas aéreas, a la pelota dividida, a esa lucha por la posesión al modo de niños que se arrastran por el suelo en busca de las pesetas y caramelos que fueron arrojados en bautizo por los padres del bebé recién nacido.
El juego aéreo, pues, estaba servido. Así como fácil de ver dibujado en la tele el sistema de Quique Sánchez Flores. Un técnico con menos 'fama' que Pepe Bordalás pero que 'carda' tanta o más 'lana' que su predecesor alicantino. 'Estopa', pues, 'rumba catalana' en el sur de Madrid.
Enfrente, el ruido atenuado de una 'banda sin director' que se estrellaba una y otra vez contra la inmutable barrera 'azulona'. Cuando la pelota estaba en pies del Athletic Club, Soria, protegido por una línea horizontal conformada por tres centrales y dos laterales pegados a la cal.
Cuando, casi de inicio, Ander Herrera salvó la muralla con una 'picada' sutil, magistral, dio la impresión de que Ernesto Valverde acudía bien aprendido a la cita de Getafe. El pase' 'made in Ander'. Coordinación perfecta entre el 'hijo de Herrerita' y el siempre 'azotado' Iñaki Williams.
Porque el 'nueve' del Athletic no se cebó a la hora de la 'salida de tacos'. Aguantó sus ganas para no caer en 'Orsai'. A partir de ahí, un control sublime con su pie derecho para, con 'la tonta', acabar burlando al portero con el oficio de un 'killer'. Comienzo perfecto. Mejor, imposible.
No se olvide, sin embargo, que noventa y pico minutos en el Coliseo son muy largos. El Getafe estaba obligado a acelerar su proyecto.
El Athletic, a hacerse valer a base de más goles. Y resultó que Quique empezó a exhibir más argumentos que Valverde. En lo táctico, el míster madrileño dejó en evidencia a un Ernesto Valverde que había acudido a la cita si un 'Plan B'. Que sea lo que sea. Que ese dios que no existe reparta suerte de manos de Tique [la 'Fortuna' romana] esa diosa que se inventaron los griegos para engordar su libro de Mitología.
Obras son amores, Txingurri, y no esas buenas razones que tampoco poseías. Bien armado con su férreo sistema, Quique Sánchez Flores retó a Ernesto Valverde en el centro del campo. Gladiadores frente a Leones allí donde se cuecen los partidos. Bien iniciada la batalla, creí ver que el Getafe jugaba a lo quería, y que lo hacía muy bien; y con preocupación observé que el Athletic lo hacía en la medida que su oponente se lo permitía.
Y fue así que el marcador se igualó, empate de sobra anunciado. A partir de ahí, el Athletic, con prisa y sin pausa, ofuscado, se vio perdido en su propio laberinto, atrapado en un espacio y tiempo caótico del que ya no conseguiría salir.
Desastroso Athletic. Pobres leones dejados de la mano de su adiestrador, un Ernesto Valverde incapaz de sacar de su chistera algunas de esas 'variantes tácticas' que se enseñan y aprenden en la Escuela de Entrenadores.
Nada nuevo bajo la luna de Madrid. Ya en su día se dijo que Ernesto salió trasquilado de Barcelona luego de no soportar la 'presión' de acudir a dos partidos de vuelta con sendas goleadas a su favor.
Que, estando en deuda, recurre a la palabra para dañarle en su prestigio. Se equivoca de raíz la persona que cree o piense que entre él y yo hay algo personal. Valverde es entrenador del Athletic. Somos ambos, pues, Athleticzales. Viajamos en el mismo tren.
Sucede que, cuando atisbo o siento maniobras inadecuadas en la 'locomotora', o ausencia de las correctas, una dejadez en sus funciones, una desidia de riesgo, entiendo que estoy obligado a la 'denuncia', a levantar el cartel en el que se lee "Peligro, carretera cortada o en obras, equipo a la deriva".
Porque para mí, cronista que relata unos hechos objetivos de manera subjetiva [en esto consiste una crónica de fútbol], el Getafe vs Athletic acontecido en el Coliseum podría ser, puede, todo son conjeturas cuando entra en juego la memoria, el partido más desastroso de la 'Era Valverde'.
No sé si de esta, de la anterior, o de aquella de su estreno a principios de siglo. Podemos recurrir a todo. Buscarnos mil excusas. Darle al tópico un cetro de lujo. Mirar hacia otro lado. Repartir 'Estopa' por vicio no es mi estilo. Lo que hizo Unai Simón no tiene nombre, o sí: 'Luis Enrique bendecido por el agua sagrada de Valverde'.
Dos golazos. El azar en el gol de Aleñá. El resbalón de Lekue que propició el [2-2] definitivo. El resto, un Getafe con fe que sembró en mí las dudas suficientes para seguir instalado en el mundo agnóstico donde vivo junto a 'mi Athletic'.
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista
Valverde es resultadismo puro y duro. Trabajo a largo plazo=0 Valentía para romper las (malditas) jerarquías en el equipo=0 Confianza a la gente de cantera=0. Pero si nos lleva a Europa, el puto amo. AUPA ATHLETIC!
Los de la Real Sociedad, hablan poco , y a la chita callando, estan terceros y sin decir fantasmadas
Pues puede que tengas razón, Fede. Hay que esperar un poco más.
Salir del sueño ganando a equipos flojos . No ganaron al Sevilla , perdieron contra el Atlético , tampoco ganaron al Getafe y ya comenzaron a perder posiciones y veremos si ganan al Barcelona . No se renovó a Marcelino y dudo que con Valverde se mejore la octava posición .
lleva txingurri 9 partidos y se le exije resultados inmediatos,estamos interiorizando un estilo de juego,que es llevar el peso del partido,de hecho,cuando hubo mas "contundencia"en el centro del campo llegó el segundo gol,y oportunidades del getafe. una cosa es no caer en la complancecia y hacer critica constructiva y otra cosa es ser ventajista.