A los mandos del Club Portugalete [un 'Portu' que entrena por la mañana y no hay dios en la villa jarrillera que lo entienda], se fijó en Hugo Rincón para que nos hiciéramos cargo del llamado a ser 'el 2' del primer equipo. "Lo tiene todo; y además es guapo", declaraba un Patxi Salinas saleroso. Hasta que le llegó la hora de ensalzar a uno de sus futbolistas que en La Florida entrena. Pongamos que se habla de Quicala Bari, espectacular atacante que el Athletic Club le ha 'quitado' a uno de sus clubes 'convenidos'. Fichaje cantado. Eran ya cuarenta días con sus noches desde que Patxi Salinas empezara a poner 'el caramelo de Quicala' en la boca de medio mundo.
Un comportamiento temerario y desmedido por parte de un entrenador que deseaba tener al futbolista "hasta final de temporada". ¿Para el año que viene esperabas que se lo llevaran, Salinas? Pues, no. Tanto ir el caramelo de puerta en puerta de las bocas, que el Athletic, goloso, aprovechando la ventaja de un Club Portugalete 'convenido', se lo llevará para Lezama vencido el año con la intención de endulzar a un Bilbao Athletic muy 'bajo en azúcar'.
Visto lo visto, escuchado lo escuchado, leído lo leído, se trataba de la 'Crónica de un fichaje anunciado'. Patxi Salinas, a modo de 'Gabo' García Marquez, avisándole al mundo [al Athletic] de las excelencias de un "jugador diferencial". A partir de ahí, Patxi se desboca cual caballo de Joaquín Murieta...
"Lo tiene todo". Y si Quicala Bari es el 'todo', de más habría estado su 'cambio de ritmo brutal', su 'ensañamiento en el uno contra uno', el descaro de la perplejidad, desborde, habilidad, insultante facilidad para el regate, golpeo y potencia a la hora de castigar la pelota. En fin. Si hay que seguir explicando quién y cómo es Quicala Bari, es que algo falla en nosotros a la hora de sentir.
Porque Quicala Bari es un artista indefinible, tan solo al alcance de los ojos que lo miran y en sus maneras se recrean del mismo modo que la flor es flor, la música canción, y la palabra poesía. Aun así, como testigo de sus hechos prodigiosos, por mi condición de periodista, estoy obligado a 'desnudar' a este futbolista porque la palabra no le alcanza.
La primera vez que lo vi fue en el partido de presentación que el Portu disputó a las puertas de los 'San Roques' contra el Varea riojano. Desde la tribuna, reparé en él. Banda derecha. Clavado en la línea de cal que divide el campo en dos. Al lado de la valla. Su físico, el de Usain Bolt a 'escala humana'. Me pareció escuchar un ruido como de pistola. Fue entonces que el Quicala que estaba a punto de descubrir se activó de esa manera que se le atribuye a los 'resortes'.
En dos segundos, Quicala se esfumó, un cuerpo que ya no lo es, y sí, en cambio, abstracta velocidad. Pura pero blanda. Es luz. Que traspasa el cuerpo de los rivales, que algo sienten pero nada ven. Ganada la línea de fondo, Quicala se materializó para, con su pierna derecha, esa 'natural' que genera dudas en el respetable, poner en el segundo palo un balón para el deleite de la testa del ariete. Su primer milagro en La Florida.
Y sucedió que, partido a partido, me demostró que se puede ser más veloz con la pelota en los pies que sin ella. ¿Como Adu Ares, Patxi Salinas? ¿Como Nico Williams, lector@s del Desmarque Bizkaia? Quicala es Bari; Bari es Quicala. Un físico liviano que, por imperativos del guion de su entrenador [a mi entender, decisión errónea], caído a la línea de cal del costado izquierdo, reta a la zaga y a sus coberturas. Ya, Quicala, ya.
Y es entonces que Bari, con la ciencia del malabarista y la precisión del delineante, se nos derrama en regates cortos y secos; acelero, freno, me activo cuantas veces quiero y al ritmo cambiante que me da la gana. Y no le frena ni dios: acaso el recurso de ofrecerle su pierna izquierda para que con la derecha no entre en el área y destroce la última línea de contención. Y hasta aquí puedo escribir.
Post - Scriptum: "Hasta final de temporada". "Espero que se lo lleven ya para el año que viene". O "Está para saltar dos categorías ahora mismo". Pues eso, Patxi Salinas, dos categorías, de la 'Tercera RFEF' del Portu a la 'Primera RFEF' en la que juega un Bilbao Athletic apurado al que de sus apuros tú libraste para, finalmente, recalar en el Club Portugalete, un 'Portu' que entrena por la mañana sin haber dios que lo entienda.
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exjugador del Club Portugalete