Aitor Elizegi ha concedido una entrevista en Durangaldeko Telebista. El expresidente del Athletic Club ha hablado con cariño de su etapa al frente del equipo de sus amores. Por otra parte, ha dejado ciertos comentarios en tono de crítica a varias figuras: lo que él llama "el hater rojiblanco", que define como "el cáncer del Athletic" y un toque a la clase política y a los más críticos.
Cómo es su nueva vida tras presidir el Athletic: "Vivo cerca de Lezama y a veces el coche se me va hacia Lezama en la rotonda. Aún estoy durmiendo, no sé cuánto tiempo voy a necesitar para recuperarme porque tiene un peaje mental y físico. El Athletic no te deja ni soñar con algo que no sea el Athletic. Yo quería sentir esa normalidad. Uno se dedica a las tabernas y a las tiendas, y me siento cómodo con mis clientes y amigos, y necesitaba esa normalidad camino de San Mamés.
¿Cómo fueron los primeros pasos de Elizegi al frente?: "Tenía tan claro el programa que hubiera empezado esa misma tarde la comisión de reforma. Había cosas que las habría hecho al día siguiente. La primera semana hice la residencia. Me reuní con varias entidades para decirles que esa se hacía en la legislatura. Es más lento de lo que yo pensaba, el Athletic es un transatlántico que le cuesta virar y girar.
¿Política y deporte pueden ir de la mano?: "Para mí son agua y aceite. Ha estado presente desde el Mundial de Argentina. Hay aficionados del Athletic que quieren que beses la bandera y hay políticos que no dejan en paz al club. Pero sobre todo se arriman cuando van bien las cosas, cuando van mal o hay un error no se acercan".
¿Ha sentido que el PNV no le quería ahí?: "Yo no lo he sentido así"
Lo peor y lo mejor que ha hecho como presidente: "Quedarme a medias en algunos cambios. No puedo cambiar la pandemia. Haber sido todavía más intenso en algunos cambios. Algunas cosas se han quedado sin acabar. Estoy orgulloso de modernizar el club, de resistir, de esta fundación, de la residencia, de la reforma de estatutos... Le he dedicado casi diez años a ese texto. Del trabajo de la grada, de no descansar, con muchos errores pero no importa. Creíamos en esa decisión".
Qué lamenta de su etapa como presidente: "Te levantas en la mañana con una hoja de ruta, te vas a la cama y en el camino has tenido que matizarla. Es humano, pero a veces lo que te dices a las 7 de la mañana no ocurre a las 12 de la noche".
Si el Athletic hubiera ganado la Copa del Rey, ¿se habría presentado a la reelección?: "No lo sé. Cuando tomo esa decisión sabía perfectamente lo que había. Tenía que elegir entre Elizegi o la reforma, y no tuve ninguna duda. Nunca me hubieran permitido salir adelante en esas dos asambleas si se hubiera mantenido Elizegi".
¿Le faltó crítica a la directiva de Elizegi?: "Falta de crítica no, falta de capacidad o de no saber explicar o compartir, sí. Además, siempre que delante hay alguien con cierta intención consigues plantear el debate, pero había algunos que no les importa lo que les digas"
'El cocinero', el mote despectivo de Elizegi: "La cocina me ha dado casi todo lo que soy. Lo que parece difícil es que vuelva a haber un cocinero en Ibaigane".
¿Lo ha pasado mal?: "Pandemia y derrota son momentos de mucha soledad. Se meten en una cajita, se llora, lloramos los cuatro y nos levantamos de cada derrota. Les veo mejor a los tres. Miran para atrás y se quedan con lo bueno de la vida y la experiencia de saber quedarte con lo positivo. El que no llore con el Athletic que se dedique a otra cosa".