Pocas conclusiones se pueden extraer de la victoria por 2-0 en la ida del Trofeo Arbol de Gernika entre Athletic Club y las Chivas de Guadalajara. Más allá de lo simbólico, el equipo mexicano apenas puso oposición y evidenció ser un sparring de calidad para que el equipo rojiblanco prosiga su preparación.
Ernesto Valverde alineó un once más o menos reconocible, pero condicionado por las bajas. Como suele ser habitual en los encuentros de pretemporada, el 'Txingurri' optó por dosificar minutos y darle una parte a cada uno de los dos equipos diferentes. En la segunda parte le dio entrada a un Ander Capa que en el compromiso frente al Valladolid del pasado martes ya disputó más de una hora de encuentro como extremo.
Frente a las Chivas regresó a su posición habitual en los últimos años, la de lateral, y ofreció una imagen más que buena. Especialmente en ataque, donde volvió a realizar sus habituales cabalgadas. Sin ser lo más destacado del equipo, evidenció que está aprovechando su oportunidad en esta pretemporada invernal.
Y es que, si algo se le criticó al portugalujo en verano fue la mala imagen que mostró en los amistosos de los que dispuso minutos. La falta de minutos de la pasada temporada le lastró, puesto que se le notó algo falto de ritmo.
Lo mismo podría decirse de este curso, puesto que tan solo participó en la victoria frente al Valencia y de manera prácticamente testimonial. Ya que tan solo entró al campo para dejar pasar el tiempo y amarrar la victoria.
Pero parece ser que este parón le ha venido bien a un Ander Capa que ha recuperado el tono físico y se prepara para volver a entrar en los planes de Valverde de cara al mes de enero, cargado de partidos por la disputa de la Copa del Rey.