Como en el 86, Argentina es un sentimiento con Messi: "No puedo parar"

El partido Argentina–Croacia era una parada difícil. Para los dos: sendos huesos duros de roer. Esas cosas de matar o morir, porque una de las dos selecciones pelearía en la final y la otra por el tercer y cuarto puestos. Para más inri, era martes y 13: un gran temor para los futboleros cabuleros.

La primera parte fue para Argentina, a pesar del 54% de posesión del balón de Croacia. No sólo por los dos goles (el penal ejecutado por Leo Messi y la brillante jugada de verticalidad coronada por Julián Álvarez), sino porque casi fueron tres, si no hubiera sido por la atinada intervención del portero croata ante el cabezazo de Mac Allister.

Es curioso. Los comentaristas de Radio Televisión Española (Javi Martínez, Iker Casillas, Carlos Marchena) estaban deseando que ganara Croacia...

Y, sin decirlo abiertamente, que perdiera la Argentina. Fue el caso de Casillas, quien, con su léxico limitado, puso en duda el penal (que lo fue) y, también, el segundo gol. Cosas del fútbol, diría cualquier aficionado.

La segunda parte trajo consigo cambios en Croacia, buscando tener más presencia en el área argentina. La albiceleste era segura en defensa y en ataque tuvo protagonismo de ambas selecciones. En el mediocampo, la marca se volvió más dura para los dos equipos. La intensidad en el juego no daba tregua.

A los 60 minutos de juego entró Lisandro Martínez por Paredes y la Argentina pasó a jugar atrás con línea de tres, como venía haciendo habitualmente. A los 69 minutos llegó el tercer gol de la Argentina: Messi peleó una pelota en banda, encaró, metió la diagonal cerca del área, pasó el balón a Julián Álvarez, quien convirtió. Fue el 3-0 definitivo.

Como en 2014, como en 1986, la Argentina llega a la final, donde se medirá con la selección ganadora del Francia–Marruecos. Mi intuición me dice que será más como en el 86. Un detalle: aquellas dos finales tuvieron el sello de Estudiantes de La Plata. Y esta final, también: Lionel Scaloni fue jugador del club. Hay una escuela, hay más mundial.