Tan bonito como lo es su Laguardia natal. El gol que marcó de Oscar de Marcos para dar el billete a cuartos de final de la Copa del Rey al Athletic Club fue una espléndida jugada combinatoria en la que participaron 9 jugadores del equipo bilbaíno, que dieron 9 pases y encadenaron 31 toques hasta que el balón acabó en la meta del portero Joan del RCD Espanyol.
Fue una acción completa de recuperación, construcción y remate de unos 40 segundos de duración que premió cerca de la media hora de encuentro el continuo dominio al que sometieron los 'leones' a los 'periquitos'.
Un asedio que se tradujo en 24 tiros a puerta, 9 entre los tres palos, y 17 saques de esquina por apenas 4 disparos, 3 fuera, de un Espanyol que botó solo 2 córneres.
La acción que decantó el partido, la que subió el 1-0 final al marcador, nació en una recuperación de Dani Vivian de un balón con el que los visitantes buscaban profundizar por la banda izquierda a través de balón de Brian Oliván a Javi Puado.
Vivian frenó con el cuerpo las intenciones del barcelonés y cedió sobre su meta, el joven Julen Agirrezabala, quien controló con la derecha, su pierna 'mala', y, ante la cercanía de Joselu Mato, despejó rápido hacia Nico Williams.
El extremo internacional paró el misil como pudo, aunque necesitó de cuatro toques por la presencia cercana de Oliván. Con el quinto descargó hacia Yeray Álvarez, quien, ya más liberado, comenzó a construir. Lo hizo con cierta parsimonia pero avanzando y buscando a Yuri Berchiche en la banda izquierda. El lateral no vio opciones y le devolvió la pelota al segundo toque, aunque ya en el campo del Espanyol.
Yeray repitió la operación mirando si había posibilidad de superar líneas con un pase vertical. No la vio y, tras cinco toques, cedió a su izquierda, a Mikel Vesga, al que tenía al lado. Vesga también masticó la jugada y después de cuatro toques mandó el balón al otro lado del campo, al derecho, a Oier Zarraga, en posición de interior.
Y ahí se aceleró todo. Se activó De Marcos, que ya había adelantado sus intenciones de meterse por el carril del '8' a Zarraga. No obstante, el joven centrocampista, viéndole, quería más cómplices y buscó a Oihan Sancet al borde del área con un pase vertical y tenso.
Lo encontró y el navarro hizo honor a su apodo de 'Lince de Mendillorri' con un toque sutil con el interior hacia atrás que desarboló a la defensa blanquiazul. Quizás porque tocó ligeramente en el par de Sancet, el balón salió con un ligero bote que le permitió a De Marcos batir a bote pronto a Joan García definiendo en el mano a mano como si de un avezado especialista se tratase.
De Marcos estalló de alegría -"llevaba tiempo sin celebrar un gol y me vine arriba", dijo el de Laguardia tras el partido-, Ernesto Valverde, devoto como pocos de De Marcos, casi alucinaba y el Athletic encarrilaba su pase a otros cuartos de final con un obra de mérito.
Un gol en el que participaron activamente 9 jugadores, todos menos Alex Berenguer y un Gorka Guruzeta rodeado de los tres centrales rivales cuando recibió Sancet de Zarraga, que dieron 9 pases -Yeray hizo 2- y 31 toques. El último, claro, el remate de De Marcos a la red.
De Marcos se merece la renovación...Otros no.