Para gustos los colores, haters nunca faltan, pero si hay algo de lo que el Athletic Club no debería de quejarse es del rango de sus dos últimos entrenadores, Marcelino García Toral y Ernesto Valverde. Hablamos de dos técnicos Top, con grandes currículums y numerosas ofertas de trabajo. Lo cierto es que sus números al final de la primera vuelta en esta campaña 2022-23 y en la anterior, la 2021-22 por entonces con el técnico asturiano, no distan demasiado. Al igual que las plantillas que han tenido en sus manos, a la que únicamente se le ha añadido a Gorka Guruzeta y a un renqueante Ander Herrera en esta campaña de la mano de Jon Uriarte en la presidencia.
Ambos místers han conseguido llevar al equipo hasta las semifinales de Copa, pero, en el ecuador del campeonato liguero, mantienen una similitud más, que el conjunto de San Mamés no se encuentra en plazas que den acceso a la competición europea. Un objetivo ineludible por prestigio y, sobre todo, para eludir el deterioro paulatino del músculo financiero de la entidad de Ibaigane.
Un gol marcado en los últimos cinco partidos ha traído un bagaje de 2 de 15 puntos para un Athletic en claro declive clasificatorio
A estas alturas de la película, al final de la primera vuelta, el conjunto del Txingurri que, con el prometido Rock and Roll, hace no mucho pisaba suelo de UEFA Champions League, está tan solo un puesto por encima del bloque de Marcelino (9º por 10º), pero cuenta con un punto menos (26 por 27 del de Careñes) y con tres derrotas más acumuladas (4 vs 7 con Valverde).
Es verdad que la actual plantilla rojiblanca ha mejorado en el apartado realizador, con seis goles más anotados, pero muchos de esos tantos llegaron en el tramo 'cómodo' del campeonato y se han evaporado en la parte empinada, ahora mismo ver puerta en LaLiga, con mejores (Osasuna) y peores (Celta) partidos, parece un milagro.
Es recurrente pero cierto que la falta de un goleador como era Aritz Aduriz marca una barrera bien visible para el Athletic
En el otro lado de la manta se han encajado cinco goles más en esas primeras 19 jornadas. Sin Iñigo Martínez, constantemente lesionado este curso, el equipo ha perdido solidez y, sobre todo, rendimiento en las jugadas de estrategia que han pasado de ayudar a ser un calvario. Lo de los córneres sin rédito roza ya la esquizofrenia.
Queda mucho por delante, hasta 57 puntos por disputarse. En esta atípica campaña con el parón intermedio del Mundial de Qatar, LaLiga no acaba hasta entrado el mes de junio, pero una vez más el foco se pone sobre la carísima plantilla rojiblanca.
Todos ellos deben demostrar, más allá de nombres, que las recurrentes críticas por su falta de la necesaria regularidad para meter al equipo en Europa han sido injustas. Si no, viendo la entidad de sus entrenadores, querrá decir que se ha convertido en una misión casi imposible para este Athletic, cuya plantilla y armas no dan para más visto el nivel de 6-7 competidores que tiene actualmente en el campeonato.
La plantilla está desmotivada y asentada (por los sueldazos), no hay interés ni ganas, ni ambición. Si a eso le sumas que fuera de casa vamos de vacaciones y que en los últimos 4 años los entrenadores no tienen hambre, ni arriesgan, ni plantean y se equivocan en los cambios.... adiós Europa lo más preocupante es que lezama lleva una década sin mando