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Malo cuando el Athletic me genera frío y desapego

Kuitxi Pérez

Una vaga tristeza. Un desapego ligero. 'El está conmigo, nada me falta'. Lo escribí en su día refiriéndome al Club Portugalete y al Athletic Club. Extensas crónicas que, cuando siento su peso apilado en los armarios de la 'casa de los sueños', tan sólo me mueven a preguntarme, Cómo de de intenso debería ser mi ánimo para llevar a cabo empresas semejantes. La Florida y San Mamés. Del día a la noche; de la luz intensa a esta oscuridad en la que a tientas me muevo para no perecer a destiempo. Fútbol o montaña, Athletic o Bisaurin. Con La Tiñosa de la Subbeticas de Córdoba me quedo; con Peña Prieta, Espiguete y Curavacas en la Montaña Palentina.

Mi compañero Asís Martín me envía la foto de un Curavacas soberbiamente nevado al mismo tiempo que me insta a referirme a esta primera vuelta que el Athletic ha consumido en dos banquetes separados por un Mundial vergonzoso. 'Una vaga tristeza. Un desapego liguero'. Y es tal el distanciamiento, que no sé si estoy triste por mí mismo o por los 'engaños' de Lezama; y si el desapego que siento es hacia el Athletic o hacia el fútbol como deporte, juego, competición, o hacia algo que nunca despertó en mí pasión alguna. En fin, que sé yo.

Iñaki Williams, junto a Raúl García en Lezama (Foto: Athletic Club).

La primera vuelta de la Liga Santander se ha ido y yo no sé cómo ha sido. Ese sentimiento de lejanía en relación a la 'posición' del Athletic, ¿es bueno o es malo? Pregunto porque empiezo a creer que irse desprendiendo poco a poco de lo que un día lo fuera todo, o casi todo, para mí podría ser beneficioso para mi salud emocional.

'Consumir el fútbol del Athletic es perjudicial para la vista'. De seguir así, llegará el día en el que Osakidetza se entrometa y obligue a que en el carné de socio del Club figure: "El Athletic mata". Y como me gustaría ser yo el que tuviera poder sobre el fin de los días, voy sintiendo al Athletic como un recuerdo de algo que jamás existió, acaso de un futuro en el que yo ya no estaré para escribir cosas como éstas.

Berenguer maniobra ante De Marcos, Valverde y el Celta en Balaídos (Foto: Athletic Club).

¿La primera vuelta del Athletic?

Qué quieren que les diga. A día de hoy, a esta hora exactamente, lo único que me duele es haber terminado de leer el 'Libro del desasosiego', de Bernardo Soares, de Fernando Pessoa, de los dos al mismo tiempo. Comparar al Athletic con el profundo pensamiento poético de Pessoa me resulta agravio para un literato lusitano que no se puede defender.

Y sin embargo, Athletic, Athletic, Athletic, como si la vida girara en torno a un sol que a día de hoy no me procura sino frío. Porque desde el día aquel [3-0 al Córdoba en San Mamés. 1967-1968] en el que empecé a sentir su fogoso aliento, el Athletic, en vez de crecer dentro de mí, se ha ido alejando con el viso verídico de terminar devorado por un agujero negro.

Oihan Sancet durante el Athletic Club - Real Madrid de San Mamés (Foto: LaLiga).

O quizás no sea así y todo comenzara al finalizar el curso pasado...

Cuando un entrenador 'top' como Marcelino García Toral sufrió el repudio de los que llegaban buscando el 'respaldo' del sillón de Ibaigane. Cuando, patética manera de referirse al fútbol, se prometió "rock and roll" en todos los Conciertos de San Mamés y en los 'bolos' por provincias. Cuando se metieron en mis 'sueños' para 'quitarle la vida' a un Marcelo Bielsa que aún no había renacido.

Cuando mordieron la mano de un Patxi Salinas que al Bilbao Athletic le había dado de comer. Cuando el futuro del equipo fue escrito en el pasado de una habitación en la que se concitaron Uriarte, Valverde y Muniain. Cuando en Ernesto mi ojos alcanzaron a ver al 'Txingurri' de principios de siglo.

Ander Herrera pide cabeza en un partido jugado en San Mamés (Foto: Athletic Club).

Demasiado evidente para resultar creíble; para despertar en mí una ilusión que me retrotrajera a aquella noche en la que mi hermano me llevó a la Catedral para que en vivo disfrutara de la primera función de aquellos leones que empezaban por Iribar y terminaban en Txetxu Rojo. Algo grave ha debido [de] suceder para que me duela en el alma haber leído ya las ultimas palabras del 'Libro del desasosiego' y el Athletic quede ahí, en un segundo plano, o cual 'universo paralelo' que jamás podré habitar.

¿La primera vuelta del Athletic? ¡Qué se yo qué cosa es el fútbol! Como si el Athletic se hubiera liberado de la ley de su propia gravedad y vagara por el espacio purgando sus penas, aquellas que un día fueron también mis propias penas. Una semifinal a la 'vuelta de la esquina'. Será por ello, porque dobló la calle en la que junto a mí caminaba, que no lo veo.

Nico Williams marca y Ander Herrera le espera para celebrarlo, en Copa, ante el Valencia (Foto: Athletic Club).

Ni siquiera su sombra, por muy alargada que yo la imaginara. Tras la devoción hacia la Montaña, la Música y la Literatura, detrás, allá, a lo lejos, derrengado, penosamente avanza un Athletic que desde que lo conocí le prometí que siempre caminaríamos juntos. ¿Athletic? Me da más la palabra de Pessoa aunque tenga que releerla una y otra vez hasta....

"Y todo cuanto hago, todo cuanto siento, todo cuanto vivo, no será más que un peatón menos en la normalidad de una calle de una ciudad cualquiera".

• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista

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  1. Edu

    Ex jugador y periodista? Espero que te vaya bien en las terapias con tu psicolog@, eres un fraude, aunque no eres el único fraude que escribe como periodista del Athletic. Ten cuidado con la medicación.

  2. Ramón Allende

    El presidente tiene la culpa nos esta mintiendo desde que llegó.llevo muchos años de socio del Athletic y este presidente es el peor para mi . Un saludo

  3. Ramón Allende

    No me gusta este presidente nos está engañando desde el principio , lo veo así .Socio desde hace mucho tiempo . Gracias