Leamos por segunda vez el 'once tipo' que dignificó el fútbol del 'Athletic de Koldo Agirre... Iribar: Lasa, Alexanko, Gisasola, Eskalza; Villar, Irureta, Txurruka; Dani, Carlos [Amortortu], Txetxu Rojo. Qué tres centrocampistas, por favor, qué equipazo. La medular más excelsa que yo he conocido; el equipo más competitivo y poderoso del que he disfrutado. El que todo lo pudo ganar, pero, fútbol injusto y cruel, el que se quedó con la 'hiel' en los labios. Hiel, sí.
Porque nada más amargo que serte negada la miel de la Copa que el Athletic mereció quitarle a una Juve [plagada de mundialistas que habrían de darle la Copa a Italia cinco años después] sobre la que en todo momento se mostró superior. Aquel gol con la 'chepa' que Tardelli le encajó a Iribar en el 'Comunale' de Turin. Aquellos dos del Athletic en San Mamés que no bastaron porque imperaba entonces la maldita regla que le daba más valor al cabezazo súbito y a bocajarro de Bettega.
Echada la suerte [maldita suerte], mientras Txetxu Rojo se apartaba del ruido para poder ser ovillo sentado y silencioso, yo viajaba en un autobús camino de Toledo, donde, en el 'Salto del Caballo', el propietario del estadio nos esperaba con la inocencia del que no sabe que va a ser eliminado en una fase crítica del 'Campeonato de Aficionados'. Privilegio de un futbolista en edad juvenil ordenándole a José María García que cantara el tercer gol del Athletic, aunque fuera mentira. Ganó el Portu, se quedo sin copa el Athletic de Koldo Agirre, o sea, perdimos todos.
Nunca un equipo había hecho más méritos para levantar el trofeo de la UEFA. Habría sido el primer entorchado europeo del Athletic. Épico. En mi sueño 'escucho' a Madariaga 'dirigirse' al punto de penalti para clavarle con la izquierda [su pierna menos buena] a Albertosi el definitivo [3-1] que se imponía al [4-1] de San Mamés, inolvidable sueño que tuve mientras dormía con la cabeza descansada sobre la radio de la casa de mis abuelos.
En la liga nos habíamos descolgado hasta la tercera plaza cuando nos tocó jugarnos la Copa del rey en un mano a mano con Rafa Iriondo. Y resultó que, a orillas del Manzanares, el Real Betis se favoreció del incumplimiento del tormentoso final de la vida de Edipo. Fue el padre el que mató al hijo. Contra pronóstico. Antes y durante. Porque el después fue el resultado de tanto perdón como el Athletic le perdonó al Betis sin que su rival le hubiera pedido perdón.
Cuando el primer acto concluía y el Betis empató. Cuando la prórroga se esfumaba y el Athletic se dejó empatar. Cuando, ya en las tandas de penaltis [¡se lanzaron 20!] Dani, Villlar e Iribar, creyendo esa tontería de que "los penaltis son una lotería", iniciaron la carrerilla sin haber comprado décimos en 'Doña Manolita'.
Sin lágrimas que derramar. Prófugos de la UEFA y de la LIGA. Pájaros de San Mamés. Koldo Agirre, un Athletic soberbio y una afición que debería dormir más para poder soñar que, así como existió el 'Athletic de Clemente con sus ligas y su copa', hubo otros dos que llevaron al equipo al límite de lo imposible. Marcelo Bielsa, Koldo Agirre. Gracias por las Copas de la UEFA que vendrán…
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista
Kuitxi ke recuerdos!!!! La primera vez que lloré hasta el amanecer...la final contra el Betis...pero ese equipo me marcó con muy buen sabor pese a esas dos finales Aupa Athletic!!!!!