Oihan Sancet, el nuevo ciervo Alfa del Athletic
Quién iba pensar que la renovación de Oihan Sancet por el Athletic Club iba a traer tanta división de opiniones. Es broma, nótese la ironía de mi arranque, ya que en este mundo hoy día se discute de todo y sobre todo. Y tampoco pasa nada, el debate, si se hace con educación, siempre es sano.
En este caso, más que la renovación, alabada y deseada por todos, o la curiosa e innovadora puesta en escena en San Mamés, para gustos los colores, pero para mí tan solo afeada por el resultado final del partido ante el Getafe, el debate está en la duración de su contrato: hasta 2032. ¡8 años más!
Y ahí está el gran debate. Unos, opinan que experiencias anteriores de dar tantos años a un futbolista conllevan en su seno una apuesta de alto riesgo: el peligro de la relajación conformista, el declive inesperado de una estrella, el dineral empeñado o hasta la lotería de las lesiones. Sin duda, tienen parte de razón, obvio.
Pero por otra parte, yo soy de los que consideran que el Athletic es tan especial y “único en el mundo”, que a veces debe regirse por situaciones insólitas. ¡Es que el Athletic en sí mismo lo es!
Me explico. Vista la dificultad de este club, en el mundo actual, para generar futbolistas con talento ofensivo y con cierta capacidad de gol, algo ya, casi imposible de rastrear en el mercado vasco de fichajes con jugadores hechos, no te queda otra que apostar a muerte por lo que tienes.
Los fichajes, al 99 %, ya vemos que están en Lezama, lo que pueda venir de fuera (y no voy a dar nombres) es poco, caro y por desgracia no siempre cuaja. Y por desgracia no se atisba un jugador de ataque para el Athletic Club como Oihan Sancet en ninguna parte en cierto tiempo, ni en Lezama ni fuera, alguien que de haberlo costaría una fortuna.
Así que retener el talento es la vía para lograr competir por algo, que el equipo siga siendo fuerte y que pueda generar cierto atractivo para que alguno más se anime a venir a Bilbao. De lo contrario, de verdad que da la sensación de que con este modelo la cosa se pondría dramáticamente preocupante. ¿Acaso es casual sacar alineaciones repletas de treintañeros?
Ojalá los primeros argumentos nunca se cumplan, aunque su sombra pueda estar ahí, y también ojalá que otros futbolistas, léase por ejemplo Nico Williams, tomen por bueno el ejemplo de, si no firmar por tantos años, si de renovar por un Athletic que está en su enésima regeneración y en una encrucijada importante. ¿Si no hay fichajes, la natalidad es paupérrima y los buenos se van, qué nos queda?