En la SD Amorebieta juega el hijo de Julen Guerrero, el zurdo goleador Julen Jon que se labra su futuro entre El Real Madrid y los azules de Urritxe. Pero su aita marcó época. El mito del Athletic Club nunca olvidará que hace 31 años vivió "uno de los momentos importantes en mi carrera deportiva, el debut con el Bilbao Athletic en Santa Isabel, Compostela, con un hat-trick".
El tiempo vuela, sin duda, pero en algunos casos los recuerdos nunca se borran y permanecerán en la memoria, como es el caso de los futbolistas con un toque especial, y uno de esos es Julen Guerrero. Fue tal día como hoy, pero hace 31 años, cuando un 18 de abril de 1992, debutaba con el filial del Athletic en un partido en el que sacó a relucir la calidad que atesoró antaño en sus botas con tres goles que le dieron el triunfo a los rojiblancos.
Esa primera vez del futuro internacional e icono zurigorri con el Bilbao Athletic de Blas Ziarreta tuvo lugar en Santa Isabel, coincidiendo con la jornada 25 de Segunda División en la campaña 1991/92. Un debut fulgurante ante el Compostela en el que abrió la lata en el primer minuto, consiguió su doblete poco antes de la media hora de juego y cerró el choque poniendo el definitivo 0-3 superada la hora de partido.
Aprovechando el viaje a Galicia, con motivo de la Copa del Rey Juvenil, para visitar, 30 años después, y recordar uno de los momentos importantes en mi carrera deportiva, el debut con el Bilbao Athetic en Santa Isabel, #Compostela, con un Hat Trick… ⚽️⚽️⚽️ @AthleticClub pic.twitter.com/xUsh0zhbZG
— JULEN GUERRERO (@8JULENGUERRERO) April 18, 2022
La temporada siguiente llegaría su debut en el primer equipo de la mano de Jupp Heynckes. A ello le siguieron un sinfín de encuentros, la capitanía, la selección española y un buen número de goles saldados con un final inmerecido. Julen Guerrero, actual seleccionador sub 17, jugó en total 14 temporadas con el primer equipo rojiblanco, en las que disputó 430 partidos oficiales consiguiendo 116 dianas.
En 1995 el emblemático jugador rojiblanco firmó un contrato histórico, casi de por vida, hasta el 30 de junio de 2007. El entonces presidente José María Arrate, abrumado por la posibilidad de perder a su buque insignia y el jugador más mediático de las dos última décadas, tocado de cerca por el Real Madrid -al que Julen dijo expresamente 'no'-, se lanzó a fortalecer aún más la fidelidad de Guerrero, con una cláusula que le aseguraba un puesto de entrenador vitalicio en Lezama -luego modificada a indefinida- un vez que dejara el fútbol.
Pero en 2000, con Luis Fernández como entrenador, Guerrero empezó a conocer de cerca el banquillo. En sus últimas cuatro temporadas pasó de ser una pieza inamovible a actor secundario, jugando una media de apenas 14 partidos por curso. Su ostracismo fue objeto de controversia entre fieles y críticos, cuestionando su estado de forma o debatiendo sobre teorías conspirativas que incluían al llamado 'clan de los navarros'.
Guerrero colgó las botas por sorpresa, a los 32 años de edad, una decisión que cogió a contrapié a la plantilla, que se enteró de boca del entonces técnico, Félix Sarriugarte, durante el entrenamiento del 11 de julio de 2006. Dieciséis años después de su adiós, el portugalujo continua siendo un símbolo del Athletic.
Que grande Julen, espero que algún día vuelva a casa , tanto él cómo Julen Jon. El Athletic le debe algo