Fin al calvario: el Bilbao Athletic ya es equipo de Segunda RFEF

Fin de la agonía. Y con un resultado que se venía barruntando desde el mes de septiembre. El Bilbao Athletic ya es matemáticamente equipo de Segunda Federación después de que el filial del Athletic Club cayera derrotado 0-2 en su feudo de Lezama ante el Castellón, un rival que pelea por la zona alta de la clasificación. Dos goles de De Miguel y de Cubillas a los pocos minutos del inicio de la segunda parte certificaron un descenso de los cachorros que ya se venía vislumbrando desde hace varias jornadas.

De este modo, se confirma que el filial rojiblanco disputará la próxima temporada la cuarta categoría del fútbol estatal por primera vez desde el año 1966. Que se dice pronto. Encima, un mes antes de que concluya la Primera RFEF los cachorros se quedan sin nada por lo que pelear, más allá de la honrilla de sacar algún triunfo, aguar la fiesta a los rivales e intentar dejar el farolillo rojo de la Primera RFEF.

El comunicado del Athletic sobre el descenso del filial...

El Bilbao Athletic desciende de categoría y militará en Segunda Federación la próxima temporada. Su derrota ante el CD Castellón hace que el filial no disponga ya de opciones matemáticas para salvarse.

El revés del Bilbao Athletic supone una decepción para el Club, inmerso en una profunda reflexión que determine en qué medida la pérdida de categoría afecta al objetivo esencial del filial rojiblanco, que no es otro que el de formar al mayor número de jugadores posible para el primer equipo y para el fútbol profesional. Una reflexión iniciada ya hace meses con su línea de autocrítica y decisiones fallidas, pero que debe contextualizar los resultados clasificatorios en una estrategia a medio y largo plazo, algo imprescindible en un club de cantera. 

Próximamente, el Club expondrá con detalle públicamente las conclusiones, las valoraciones referidas al rendimiento del equipo, además de las líneas maestras para la temporada que viene en la que lleva trabajando estos últimos meses.

Tan solo cinco triunfos son los que ha sumado un Bilbao Athletic que comenzó el curso a las órdenes de Bingen Arostegi, mano derecha del Cuco Ziganda tanto en el filial como en el primer equipo rojiblanco y con una trayectoria más que demostrada en el fútbol base. Pero su periplo en Primera RFEF apenas duró dos meses y medio.

El 22 de noviembre de 2022 se anunció la llegada de Álex Pallarés, un técnico desconocido para el público pero que venía avalado por Sergio Navarro, responsable de Lezama y con un buen currículum en el fútbol sudamericano. En el mes de diciembre el equipo tampoco consiguió despegar aunque desplegó algo de mejor fútbol, pero sin materializarlo en forma de resultados.

Unos refuerzos que no cambiaron la cara del Bilbao Athletic

En el mercado invernal, igual que el curso anterior, se apostó por reforzar al equipo con jugadores de fuera de Lezama. Quicala Bari, procedente del Portugalete, y Asier Pérez, de la Mutilvera, se pusieron a las órdenes del técnico barcelonés, pero apenas han participado. Al igual que el goleador este sábado Iñigo López, cuya cesión con el Arenas de Getxo se rompió en los últimos días de enero.

Mejor rendimiento ha ofrecido Urko Izeta. El delantero de Aia llegó al Bilbao Athletic procedente del Amorebieta, club en el que era el segundo máximo goleador. Hasta el momento ha marcado cuatro goles y ha sido el único que se ha convertido en fijo para Pallarés, e incluso se ha entrenado ya con el primer equipo a las órdenes de Ernesto Valverde.

De hecho, no se descarta que realice la próxima pretemporada con el primer equipo, toda vez que parece que su fichaje es una apuesta de futuro y no únicamente flor de un día.